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«Sorpresa muy grande». Así definió el arquitecto de Marratxí Jaime Bestard la inclusión de la finca de es Crevers en el Plan Territorial de Mallorca (PTM), ya que a su juicio esos terrenos, cuya compraventa es investigada por el juez instrucror de la causa a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, no reunían las condiciones idóneas para convertirse en área de crecimiento (a través de las Àreas de Reconversión Territorial).

Bestard declaró ayer en calidad de testigo ante el magistrado Miquel Florit, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach y los abogados personados en la causa.

Explicó que en su condición de arquitecto de Marratxí había tenido un contacto «indirecto» con el PTM, norma urbanística (aprobada por el Consell de Mallorca en 2004) de la que realizó un informe junto a otros dos arquitectos y un jurista sobre las áreas de crecimiento en esa localidad. Dijo que en ese informe se criticaba de forma desfavorable las áreas proyectadas en Es Caulls y Son Macià Negre y que, en cambio, proponían que se incluyese como áreas de crecimiento Sa Cabaneta, Pla de Na Tesa y Pont D'Inca. «El objetivo era cerrar la malla urbana a fin de evitar oquedades en la trama del suelo urbano», declaró Bestard.

Insistió en que es Crevers (la finca por la que Mateu Sastre, de Ibercon, pagó 46 millones de euros, IVA incluido a Vicenç Grande, del Grup Drac y presidente del Mallorca), no contaba con las infraestructuras adecuadas para ser un área de crecimiento, ya que tenía problemas con el suministro de agua y carecía de una conexión viaria adecuada. Dijo, asimismo, que es Crevers no figuraba en la aprobación inicial del PTM y que «apareció sorpresivamente en la aprobación definitiva de diciembre de 2004».