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La actual desaceleración económica, la subida de precios de los alimentos y las hipotecas han contribuido al incremento del número de divorcios contenciosos en las Islas, multiplicando los pleitos por impagos de pensiones.

Así lo han explicado el decano del Colegio de Psicólogos de las Islas, Javier Torres, y la responsable de la Comisión de Abogados de Familia, Regina Vallés, quienes han señalado que en los juzgados de Balears se han venido «incrementado de manera espectacular las demandas por impagos» y que en los procesos de divorcio «cada vez se discute más».

«Lo de en la riqueza y la pobreza no son más que palabras», ha comentado Vallés, quien señala que este momento de crisis económica favorece «la crispación» en las parejas, aumentando la cifra de divorcios «conflictivos», ya que acordar una pensión alimenticia o un reparto de bienes «es más complicado», alega.

El ahogo económico de las familias, sobre todo las que tienen cargas hipotecarias, ha hecho que, en los últimos meses en Balears se estén «destapando numerosas reclamaciones» de cantidades por pagos de pensiones no realizados, ha confirmado Vallés, quien ha añadido que «algunas pasan por situaciones muy dramáticas».

La responsable de la Comisión de Abogados de Familia de las Islas ha apuntado que, aunque no existen cifras concretas de estas denuncias y pleitos por impago, «en el día a día de los juzgados se constata un claro incremento. Mientras antes un abogado podía tramitar una al mes, ahora tramita unas siete». Vallés ha comentado que este aumento de reclamación de impagos se debe a que «son muchos los que dejan de pagar antes la pensión de sus hijos que la hipoteca porque es más fácil litigar con la pareja que con el banco». Cuando un ex cónyuge deja de pagar la pensión no se convierte en delito hasta que pasen tres meses consecutivos o cuatro alternos, por lo que es frecuente que el que está obligado a pagar abone sólo una parte de la cantidad para evitar que sea considerado impago como tal.