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M.NADAL/G.MAS/C.RUIZ Los servicios mínimos impuestos por la Conselleria de Mobilitat para cubrir los paros de los trabajadores de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) que tan bien funcionaron el lunes, ayer no se cumplieron en las dos horas de huelga de la mañana, dejando en tierra a centenares de usuarios del tren.

Mientras en Palma, a las 8 de la mañana, comenzaba una concentración de más una cincuentena de trabajadores, se producían los primeros incidentes con los servicios mínimos en Inca, donde la estación quedaba bloqueada.

El tren procedente de Manacor con destino a Palma llegaba a la estación de Inca de donde no salió hasta las diez de la mañana cuando finalizó la huelga. El maquinista recibió el aviso, vía teléfono, de que su tren se incluía en los servicios mínimos y se negó a ello. Todos los pasajeros procedentes de la ciudad del mueble tuvieron que apearse del tren, con el consiguiente malestar.

«Esto es una vergüenza» fue la frase más repetida entre los usuarios que bajaban desconcertados de su vagón para recibir algún tipo de explicación. La gerente del Consorci de Transports de Mallorca, Inmaculada Salamanca, se trasladó hasta la estación de Inca para avisar a los pasajeros que se habían habilitado autocares para realizar los traslados, pero aún así se registraron numerosos retrasos en los desplazamientos.

Los problemas y los nervios de los usuarios se agravaron más sobre las 8.17 horas, cuando otro tren procedente de Palma paró en la otra vía de la estación. Las dos vías de Inca quedaron totalmente colapsadas y ningún tren más pudo salir ni de Palma ni de Manacor.

En otras estaciones como Sineu y Binissalem también padecieron las consecuencias del bloqueo de las vías de Inca. Los autobuses habilitados por el Govern también se trasladaron hasta Sineu para recoger a los usuarios que se habían quedado en los andenes de la estación con el tren parado en las vías. Allí también se vivieron momentos de tensión.

En la estación de Manacor se llevaron a cabo diferentes identificaciones de maquinistas y revisores por parte de los inspectores de Transporte enviados por Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM). El motivo fue que el convoy que debía llegar a las 10.15 lo hizo con media hora de retraso por los problemas con que se encontró en Inca y Palma debido a la huelga.