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LAURA MOYÀ/JOSEP M. AGUILÓ
La mayoría no quiere dar su nombre, ni hablar de la situación que viven ni de por qué han terminado trabajando de aparcacoches. Sólo alguno conoce de oídas el 'Servei de guarda i suport a l'aparcament', la iniciativa que el teniente de alcalde de Benestar Social i Participació, Eberhard Grosske, presentó el martes y que prevé formar a unas 20 personas en riesgo de exclusión del mercado laboral para que hagan de guardacoches, por lo que se les pagaría cada mes el salario mínimo. De momento, el desconocimiento entre los aparcacoches es máximo.

Sólo uno de los consultados por este periódico conocía el proyecto, Rafael. «Lo he leído en la prensa y sé que podré formar parte porque tengo acreditado un 65 por ciento de minusvalía». Acto seguido, muestra el carnet que confirma su información. Dice que desde hace tres años trabaja aparcando coches porque no llega a fin de mes: cobra 328'44 euros por su minusvalía. Sin embargo, su información no es del todo correcta: los requisitos para optar a los 540 euros no hablan de priorizar a las personas con alguna minusvalía, sólo de cubrir un servicio con personas en riesgo de exclusión.

«Somos muchos»
Rafael no ve del todo claro que el proyecto pueda llegar a buen puerto. «Somos muchos y todos querremos optar a la ayuda. Seguro que incluso hay peleas», afirma. Después, explica cómo se reparten las calles: «Intentamos respetar la zona de los otros, aunque a veces ha habido hasta navajazos».

César es uno de los aparcacoches que desconoce el nuevo servicio de Cort. Tras informarle de las líneas básicas, asegura que le parece «una buena idea» para aquel que pueda optar. «No creo que sea la solución para todos. Algunos sabemos que no podremos obtener los 540 euros», explica, mientras enumera las desgracias personales que le han conducido hasta esa situación.

Otro de los consultados ni siquiera quiere dar su nombre. Dice que no a todo, sólo se interesa cuando se le menciona el sueldo que cobraría. «¿Dónde hay que apuntarse?», pregunta. Se le explica que Cort es quien lo promueve. «¿Qué es el Ajuntament de Palma?», vuelve a preguntar. El gobierno de la ciudad. Sonríe y vuelve a decir que no.

Respuesta del PP
Por otra parte, el Grup Municipal Popular denunció ayer, a través de un comunicado, que la iniciativa de Grosske no permitirá la retirada de los guardacoches, sino, más bien, su incremento, «ahora habrá 'gorrillas legales' y 'alegales'».

La nota añade que los vecinos de Palma piden que no existan los guardacoches, «y sobre todo más seguridad y no sentirse coaccionados, quieren ver a la Policia Local en la calle, sentirse protegidos». Con esta medida, «lo único que se conseguirán serán disputas entre aparcacoches legales, alegales y la policía».

«El Grup Municipal Popular recuerda al señor Grosske que en el pasado mandato negó rotundamente la posibilidad de dar un sueldo a los aparcacoches. ¿Qué hace dándoles ahora 540 euros?», indica el comunicado.

El PP se pregunta «qué se piensa hacer con los 'gorrillas' existentes y qué pasará con los que son toxicómanos, pues no se informa de qué manera los van a retirar de la calle». En este sentido, denuncia que Grosske «intenta maquillar la situación y engañar a los ciudadanos».