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Vuelven las mañanas de compras por la gran ciudad. Las mejores páginas de la revista Vogue. Un Cosmopolitan agitado en la barra del bar más cool. Regresan las inauguraciones de arte de los artistas más de moda. Lo último de Oscar de la Renta colgando de una percha en el armario. Los tacones más altos de Manolo Blanhik. La vida de ¿soltera? en el apartamento de Manhattan. Ya están aquí la «prota», la ejecutiva, la comedida y la extravagante. Vuelve el sexo a Nueva York y lo hace en pantalla grande. Por todo lo alto.

Tras el estreno mundial en Londres el pasado 12 de mayo sólo llegan comentarios que no hacen más que acrecentar la expectación. 20 de junio era la fecha señalada para el estreno en España de una película que ya ha arrasado en las taquillas norteamericanas. En su primer fin de semana recaudó 55'7 millones de euros, es el quinto mejor estreno de la historia del cine.

No hay trampa. Cuatro mujeres, cuatro maneras de ver la vida y el amor unidas por un vínculo muy fuerte, el de la amistad. Con ellas, son muchas las féminas que han aprendido ha hablar de sexo sin tapujos.

«Reflejan a las mujeres liberales, que piensan más en ellas mismas», describe la presidenta de Emaya, Cristina Cerdó. La también regidora de Cort confiesa que no ha tenido tiempo de seguir la serie por temporadas aunque sí le profesa admiración. «Son ejemplos de mujeres más dueñas de sus vidas, sobre todo si nos acordamos de qué manera vivían nuestras madres, hace sólo unos años».

Ésta es la historia de cuatro amigas inseparables capitaneadas por Carrie Bradshaw a quien encarna la actriz Sarah Jessica Parker. Pero no están solas. «El estilismo, el vestuario y la ciudad son los personajes complementarios», reclama Lorena Fernández, diseñadora de la Pasarela Ciutat de Palma. Y es que durante las seis temporadas de serie televisiva no sólo se contaba una historia. Sexo en Nueva York es además un escaparate para el diseño, un principio de tendencia y una nueva guía turística de la Gran Manzana.

Patricia Field, «una de las mejores estilistas del mundo», según la diseñadora, es la responsable del tan comentado vestuario de las protagonistas. «Su estilo ha traspasado la pantalla y ha conseguido, por ejemplo, que vuelvan a llevarse faldas que estaban en desuso. También ha supuesto el despegue internacional de diseñadores como Manolo Blanhik, Fendi o el, por aquel entonces joven, Marc Jacobs», añade. Pero no se queda ahí, según Fernández también los peinados y los vestidos evolucionaron junto a los personajes. «Miranda empieza en la serie como una abogada sarcástica y planificadora y su personaje cambia para dejar, cada vez más hueco al sentimiento. Pasa, de esta manera, de la sobriedad de los trajes de Armani a vestidos de flores más alegres», ejemplifica.

Se las rifaban
Cuentan de las actrices protagonistas que los diseñadores empezaron a rifárselas. Cuentan de la ciudad que el estreno de este filme se ha convertido en un reclamo turístico más. Ante tanto rumor, un dato: «Conozco a gente que ha ido a Nueva York para hacerse fotos en los lugares que más populares se han hecho gracias a la serie», explica Vivian Caoba. Lo cierto es que en la Gran Manzana ya se comercializa un nuevo Tour bajo el nombre, «Sex and the City». Es sólo una opción de las muchas que han proliferado después del estreno de la película.

Aunque la vedette se confiesa más fan de Mujeres Desesperadas, defiende este tipo de series blancas que «cogen clichés sociales que ya existen y son reales, para contar historias». Si la película siguiera el mismo trazado que la serie, todo apunta a que veremos un nuevo final de cuento de hadas. «Las princesas de cuento existen. No las inventamos», explica Caoba, «hay mucha gente que cree que el triunfo es conseguir dinero y al hombre de tu vida», añade. Los clichés, sin embargo, no gustan a todo el mundo por igual.

Es una de las series de televisión más exitosas de la historia, cuyas seguidoras y seguidores "también los hay masculinos" se cuentan por decenas de miles en España. Todo un logro si se recuerda de qué manera entró por televisión, pues muy pocos siguieron las emisiones en una cadena de ámbito estatal, a las doce de la madrugada.

Se espera que la película se convierta también en todo un éxito de espectadores durante su primer fin de semana de proyección en España. Pero no todo el mundo tiene ganas de acudir al cine. Las cuatro fantásticas de Nueva York, también tienen detractores, y no son pocos.

«La considero tópica y snob. Hace culto a la belleza, al narcisismo y al cuerpo. He visto sólo dos capítulos y no me gusta», declara, así de tajante, Cristina Àlvarez, la recién estrenada presidenta de la Asociación de Gays y Lesbianas, Ben Amics. Se reabre el debate de las consecuencias de los estereotipos. Y es que estas chicas treintañeras no dejan indiferente a nadie.

En Balears unos pocos privilegiados pudieron seguir el estreno la noche del jueves, de manera excepcional, en un pase especial. Lo cierto es que, después de la expectación creada durante las últimas semanas, desde el viernes la solución se encuentra en casi todos los cines de las Islas.

Para bien o para mal, o porque es imposible tirar más de este filón, la proyección de esta película es el punto y final de la serie más famosa de la cadena norteamericana HBO. De momento, y hasta dentro de poco, los interrogantes siguen satisfaciendo a los espectadores. Para los que no la hayan visto, todavía quedan cuestiones por resolver, ¿habrá boda entre Carrie y Mr. Big? ¿Se quedará Charlotte embarazada? ¿Servirá Miranda como ejemplo de madre de familia y esposa feliz? ¿Sucumbirá Samantha a la fidelidad que tanto teme? ¿Habrá un final de cuento de hadas? Lo único cierto es que el de esta saga promete ser un final sorprendente.