El president balear posa junto al pleno del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, que le agadecieron su «sensibilidad ante la crisis».

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«Situación de dificultad». Así define oficialmente el Govern de las Islas el momento que vive Balears y que ha alcanzado esta misma semana un punto de inflexión con la suspensión de pagos del promotor inmobiliario Vicenç Grande y que va a arrastrar a otras empresas de las Islas.

Tras la reunión del Ejecutivo, la portavoz Margarita Nájera -que en un momento dado llegó a utilizar la palabra «crisis»-, informó de que el president Antich había hecho «una reflexión» sobre el momento político; una «situación de dificultad» que, comentó, se deriva de «factores externos» y «de los excesos de un modelo económico anterior», basado en «la especulación» y que el Govern actual descarta por completo.

El mensaje de Nájera fue que el president balear ha decidido asumir personalmente el liderazgo y que, ante la complicada situación, se reunirá con todos los agentes sociales, desde los sindicatos a las organizaciones empresariales, pasando por entidades financieras y colegios profesionales, para evaluar conjuntamente la situación y buscar soluciones.

Ayer mismo, mientras Nájera informaba de los acuerdos del Consell de Govern, el president Antich recibía al pleno del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España.

Las reuniones continuarán el lunes con la recepción de los responsables de los sindicatos CCOO y UGT, con la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) y la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (PIMEM).

Los encuentros encabezados por el presidente del Govern continuarán con la presencia de los principales promotores, constructores y entidades financieras de las Islas y con los responsables del sector turístico para «calibrar cómo está la situación ahora», ha incidido Nájera.

El objetivo fundamental de estas reuniones, que se prolongarán a lo largo de toda la semana que viene, es el de poner en marcha «planes de reactivación» de la economía balear, en concreto el sector de la construcción, a partir de la evaluación de los resultados de las medidas tomadas por el Govern hasta ahora.

Las líneas clave del trabajo del Govern en estos primeros meses del año, según Nájera, se han centrado en los créditos blandos, la creación de vivienda protegida y la inversión en obra pública, un camino que se reforzará a partir de octubre con un plan para paliar la estacionalidad del mercado laboral insular.

Al referirse a la suspensión de pagos presentada por el Grupo Drac, propiedad de Grande, Nájera explicó que «evidentemente al Govern no se le escapa», pero «se trata de un procedimiento previsto por la ley y en el que «sólo tienen que ver empresas y acreedores». Además, garantizó que los problemas del grupo «no afectan a las iniciativas que tiene en marcha el Govern» en materia de vivienda y construcciones públicas «pues no existe ninguna relación» con la empresa y dichos proyectos.

El Govern, precisó Nájera, ha invertido hasta ahora un total de 25 millones de euros en la adquisición de suelo para la construcción de viviendas de protección oficial (VPO).