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Máximo Alomar Josa, ex alcalde de Palma, procurador en cortes, general de división en la reserva e historiador, murió ayer a la edad de 91 años.
Militar y político, ingresó en la Academia Militar en el año 1936. Fue teniente de alcalde del Ajuntament de Palma desde el año 1955 y presidente de la comisión de Gobierno y Policía desde el año 1955 al año 1957, con Joan Massanet como alcalde.

No fue hasta el año 1963 que se convirtió en alcalde de Palma, cargo que ocupó hasta el año 1968, período en el que destacó la realización del Plan General de Ordenación Urbana de Palma, que fue aprobado definitivamente precisamente en el año 1963.

Máximo Alomar Josa impulsó la construcción del polígono de son Castelló en el año 1967, e hizo construir numerosos edificios escolares, como el Jafuda Cresques y el Verge de Lluc, y comenzó la adecuación de s'Hort del Rei.

En 1968 presentó su dimisión por motivos personales y realizó los cursos de generalato entre los años 1969 y 1972.
Son muchos los palmesanos que guardan un grato recuerdo de Máximo Alomar Josa. Personas que conocen su proyección política y social han coincidido en señalar en diferentes ocaciones que «fue el gran embajador de Mallorca», «un excelente relaciones públicas» y «un buen promotor del turismo».

Entre sus aficiones figuraban la pintura al óleo, la música clásica y el ballet. En su faceta de historiador, escribió una Historia de Palma de Mallorca.

Contaba con muchas condecoraciones, que él llamaba «vanidades», en una entrevista concedida a nuestra compañera Amalia Estabén hace ocho años. Entonces, y al no tener descendencia, indicó que «mi decisión última es que todas pasen al Museo del Castillo de San Carlos».

Máximo Alomar fue el anfitrión en sus años de alcalde, entre otros, del rey Hassan II de Marruecos que se alojó en el hotel Son Vida; del rey de Arabia Saudita, Ib Saud, que se alojó en el Hotel de Mar; del emperador Aile Selasie, quien venía con poco séquito y su inseparable perrito, que solía alojarse en el hotel Victoria. Conoció a la emperatriz Farah Diva, al entonces príncipe Juan Carlos de Borbón y una larga e interminable lista de embajadores, alcaldes y cónsules de raigambre internacional.

Durante los años 1963 al 68 tuvo ocasión de tratar al Generalísimo Franco: una, en su despacho de El Pardo; y en otra ocasión, aquí en aguas de la bahía a bordo del Azor.