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L.MOYÀ Hace 34 años, China estaba en plena Revolución Cultural. Era un país muy diferente al actual, con Mao al frente de una nación que pocos occidentales conocían o visitaban. En enero de ese año, 1974, Pere A. Serra, presidente-editor del Grup Serra, realizó su primer viaje a China, un recorrido que plasmó en una serie de crónicas que se publicaron en una cincuentena de periódicos de España, entre ellos el Baleares. Ahora, un libro, Viatge a la Xina, editado por Ensiola y con prólogo del escritor Baltasar Porcel, recoge esos artículos. El volumen se presentará mañana en el Teatre Municipal de Palma a las 19.30 horas.

El libro incluye anécdotas de un viaje que, como asegura el autor en el prólogo, era «como recorrer otro planeta». «Sociológicamente y artísticamente todo era muy diferente», asegura Pere A. Serra. Precisamente, fue la editorial Ensiola quien solicitó al editor poder publicar las crónicas con motivo de los próximos juegos olímpicos. «Estoy seguro que pocos viajeros que vayan ahora podrán entrever o imaginarse cómo era entonces», dice el editor en el prólogo.

El libro sigue el trayecto que el editor realizó junto al doctor José María García Ruiz, el actual presidente de Ambulancias Insulares. Pekín, Shangai, Huzhou, Wuxi, Nanquin son las ciudades que visitaron y que componen el mosaico que permite conocer la sociedad china de los años setenta.

En el prólogo, Pere A. Serra recuerda una de las anécdotas que más le llamó la atención: el hecho de que el ping-pong fuera el único deporte que se practicaba en China. «Por mucho que lo intente, no puedo recordar que se practicara otro deporte», rememora el editor. Ni fútbol ni baloncesto ni pesca deportiva, sólo ping-pong y los dazibao, los carteles que todos los revolucionarios entregados a la filosofía de Mao repetían de forma constante. Una de las preguntas que Pere A. Serra se hace en el prólogo es qué descubrirán hoy los viajeros que visiten China. «Puede que este libro sirva para remarcar la diferencia entre la China de hace 34 años, sin pecados ni extralimitaciones, y la China actual, capitalista al cien por cien donde, según las crónicas, cada año son fusiladas miles de personas por delitos como fumar porros o robar una gallina», dice el presidente-editor del Grup Serra. Pere A. Serra finaliza el prólogo afirmando desconocer qué China era mejor, «si la totalitaria de Mao, sin fisuras, pero también sin libertades, o la capitalista, con los mismos problemas que en todos los sitios». «Me abstengo, aunque tengo que decir que ir hoy es casi como ir a Nueva York».