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Cientos de jóvenes eligieron el pasado viernes el Passeig Marítim como escenario de una noche de diversión. Como de costumbre, el botellón abrió la fiesta, en la que muchos celebraron el fin de curso.

Jairo, Pedro, Àlvaro, Miguel y Roberto, cinco amigos procedentes de Segovia y que se encuentran de viaje de estudios en Mallorca, comentaban que «hemos aprobado la Selectividad y lo estamos celebrando en Mallorca; hacemos botellón porque en las discotecas las copas son caras».

Campaña de prevención
Precisamente para informar acerca de los riesgos de un consumo excesivo de alcohol, la Conselleria de Salut i Consum y la ONG Controla Club llevaron a cabo, en la misma noche, la campaña de información y concienciación Historias del botellón, con la instalación de un estand con folletos informativos de todos los efectos y riesgos que conlleva el abuso del alcohol y otras drogas.

Junto al estand se encontraban Begoña, Eva, Luz María, Claudia, Cristina y Alicia, estudiantes de segundo curso de ADE, tomando algunas copas antes de entrar en la discoteca Abraxas: «Hemos venido a celebrar el fin de los exámenes; éste es el primer día de verano en el que podemos salir de fiesta».

A medida que avanzaba la noche las botellas de alcohol y de refrescos se iban vaciando al mismo ritmo que las inmediaciones del Passeig Marítim se iban llenando de basura; pero no gracias a Marina, Ana, Arantxa, Carol y Esther, quienes afirmaron que «después de tomar cuatro o cinco copas siempre recogemos las botellas y los vasos, los tiramos a los cubos de la basura y nos vamos a Level».

El Marítimo, pues, acaba de empezar su temporada de verano, y todos los fines de semana de julio y agosto será el escenario que congregará a centenares jóvenes que se reunirán para hacer botellón antes de entrar en los bares y las discotecas de la zona, establecimientos que sirven consumiciones no siempre asequibles para los bolsillos de los estudiantes.