TW
0

El president del Govern, Francesc Antich, ofrece en una amplia entrevista concedida a nuestro periódico su visión y balance sobre su primer año en el Consolat de la Mar, aniversario que coincide con el amplio abanico de reuniones que ha mantenido los últimos días con los agentes sociales más significativos de Balears para analizar la situación económica y consensuar medidas que ayuden a paliar sus efectos más adversos.

Son varios los aspectos que hay que destacar sobre el nuevo período de Antich al frente de la Comunitat Autònoma. El primero es su actitud más dialogante y permeable con la sociedad, que contrasta con la, en algunos momentos, intransigencia del período de 1999 a 2003 que le llevó al enfrentamiento directo con sectores poderosos y estratégicos para Balears, como fue el caso de los relacionados con los hoteleros. Ahora, con el peso de la experiencia previa, se están corrigiendo los errores y se acepta, con bastante naturalidad, que todos -sin exclusiones- son necesarios para el progreso de Balears.

También en la experiencia de Antich se nota haber logrado cohesionar un sólo Govern con independencia de los colores políticos de sus integrantes, tarea en la que fracasó durante su experiencia anterior como inquilino del Consolat de la Mar.

Estamos, por tanto, en el 'después' de Francesc Antich como president de Balears y es indudable que se está logrando forjar una gestión sólida que, por otra parte, no es percibida como tal por la opinión pública. El Ejecutivo del pacto tiene ante sí el reto de saber explicar mejor sus proyectos y realizaciones, con la dificultades derivadas de una insuficiente financiación autonómica y de las deudas que dejó el Govern del PP. Quedan por delante tres años en los que habrá oportunidad de comprobar si se confirman las primeras sensaciones de este mandato que quiere ser diferente a todo lo anterior.