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La comparecencia de la regidora de Urbanisme, Yolanda Garví, en el pleno de ayer, a petición de la regidora popular Lourdes Bosch, provocó momentos de gran tensión cuando Garví hizo referencia, sin citarle explícitamente, al anterior teniente de alcalde de Urbanisme, Javier Rodrigo de Santos, mientras explicaba cuáles habían sido, a su juicio, las cuestiones fundamentales en estos últimos nueve meses en Urbanisme, es decir, desde la comparecencia en otro pleno de la entonces responsable de este departamento, la alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo, que abandonó de manera voluntaria sus responsabilidades en Urbanisme en mayo.

Garví explicó que había habido una situación que había afectado a la imagen, a las personas y a los funcionarios de Urbanisme por estar el anterior teniente de alcalde «encausado judicialmente». En esta línea, expresó su deseo de que la «discreción» y el «respeto» con que habría actuado el equipo de gobierno se hubiera visto apoyado por una «declaración» del PP.

En ese momento, nueve de los 14 ediles del PP abandonaron el pleno, permaneciendo sólo en sus escaños la portavoz de la oposición y alcaldesa en el pasado mandato, la popular Catalina Cirer, así como los ediles Margalida Ferrando, Julio Martínez, Carlos Veramendi y la propia Bosch.

Garví siguió con su exposición, e hizo referencia al «modelo de ciudad» que defiende y a que su prioridad sería «poner el urbanismo al servicio del bien común y del interés general».

Cuando Garví terminó su intervención, los ediles del PP volvieron de nuevo al salón de plenos.
Bosch dijo que si al equipo de gobierno le avergonzaba pronunciar el nombre de De Santos, al PP no, y calificó de «lamentable» la actitud de Garví. Tanto Bosch como Cirer expresaron su condena por las presuntas conductas delictivas de De Santos si finalmente se confirman. Cirer pidió entonces al equipo de gobierno que intentase «ponerse en la piel» de los ediles del PP, y preguntó si en cada pleno se haría referencia a De Santos.

Calvo dijo que las referencias a De Santos no eran producto de la «estrategia» ni del «oportunismo», y señaló que el equipo de gobierno había sido «muy escrupuloso».