La denominada 'operación Kabul' contra el narcotráfico en el palmesano poblado gitano de Son Banya ha permitido cerrar, al menos de momento, uno de los puntos de venta de droga más importante de Balears que ha generado, durante años, pingües beneficios al clan de Francisca Cortés Picazo, alias 'La Paca'. Los registros realizados durante la intervención de la Guardia Civil han puesto de manifiesto las enormes cantidades de dinero acumulado -600.000 euros-, los coches de lujo y los sistemas de evasión fiscal utilizados mediante las carreras de caballos y peleas de gallos. Además, como es lógico, la incautación de importantes cantidades de cocaína y heroína.
El propio delegado del Gobierno, Ramón Socias, ha sido explícito al definir como un McAuto el sistema de venta de droga que se utilizaba en Son Banya. Sin embargo, más importantes han sido los comentarios de Socias respecto a la intervención judicial a partir de ahora, lanzando una velada crítica ante la posibilidad de pactos. Conviene tener presente que 'La Paca' estaba en la calle, merced a un acuerdo de estas características y financiado, lo cual acaba siendo un sarcasmo, con el dinero de la misma droga.
Con independencia del indudable éxito de la 'operación Kabul', cabe preguntar los motivos por los que se ha tardado tantos años en intervenir con decisión para desmantelar el McAuto de Son Banya que, por supuesto, ya se sabía que estaba en manos del clan de 'La Paca' y sus múltiples ramificaciones, cuyo imperio no se ha construido de la noche a la mañana.
Por último, queda pendiente toda la vertiente social de la 'operación Kabul', el siempre incierto futuro de los vecinos de Son Banya y su reinserción en el mundo laboral como unos palmesanos más.
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