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Gracias a la 'Operación Retorno', más de noventa baleares de nacimiento o descendencia aterrizaron ayer en el aeropuerto de Son Sant Joan provenientes de diversos países sudamericanos. Argentina, Venezuela o Cuba fueron algunos de los países que acogieron en su día a estos emigrantes mallorquines, que tuvieron que dejar la Isla en busca de una vida mejor.

Ahora regresan para recordar todas aquellas experiencias que formaron parte de su juventud y que han ido contando a sus hijos, nietos y sobrinos a lo largo de todos estos años. Todos ellos fueron recibidos a pie de pista por Jordi Bayona, director general de Acció Exterior i Relacions amb la Unió Europea, quien no dudó en señalar que era cuestión de justicia que se les invitara a las Islas. «Todos los participantes tienen una visión mítica de Balears. Conocen su gastronomía, tradiciones y lengua, aunque muchos no hayan estado nunca aquí», señaló Bayona.

Por su parte, muchos de los participantes del viaje vienen acompañados de sus descendientes que, a pesar de no haber nacido aquí, se muestran muy ilusionados por vivir de primera mano todas las experiencias contadas por sus antecesores.

«Queremos conocer y vivir todas las costumbres que nos contó nuestro abuelo y que ha mantenido a pesar de vivir al otro lado del Atlántico», comenta Kathy Dacosta, una de las dos venezelonas participantes del viaje.

Este no será el único contingente que vendrá gracias a la 'Operación Retorno', ya que la fundación Balears a l'Exterior anuncia que hay otro viaje prevista para octubre.

Ahora tocan diez largos días de recuerdos, emociones y reencuentros para estos noventa y tres mallorquines o descendientes de aquellos que un día tuvieron que abandonar su tierra, y que ahora el destino les ha traído a la Isla que les vio nacer o de la que oyeron hablar a sus antepasados.

Lorenzo Roses/ Alberto Segovia