El Govern prevé que, en otoño, el número de parados aumentará en 10.000 personas más de lo previsto hasta alcanzar la cifra de 60.000. La consellera de Treball i Formació, Margarita Nájera, aseguró ayer que el sector más perjudicado será el de la construcción y que la punta más importante se dará entre noviembre y febrero.
Ante esta situación, el Ejecutivo está diseñando un plan de choque para ayudar «al máximo número posible» de personas, según Nájera. Entre las medidas que se están estudiando se incluye incentivar la «doble cualificación», con el objetivo de que un trabajador pueda ejercer una profesión en invierno y otra diferente en verano. La consellera realizó estas declaraciones durante la visita que el president Francesc Antich realizó a los Astilleros Mallorca.
Dentro de estas medidas, Nájera explicó que el Govern doblará el número de beneficiados de la ayuda de 350 euros mensuales durante tres meses que el Gobierno central dará a los parados con especiales dificultades de inserción laboral y cuyas rentas sean inferiores al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, pasando de 2.000 a 4.000 personas beneficiadas en Balears.
Aún así, la consellera explicó que la situación de las Islas no implica «un desplome dramático», ya que el sector de la construcción sólo supone en Balears «el 15 por ciento» de la actividad económica.
Nájera también dio a conocer que el Gobierno central subvencionará con entre 200 y 250 millones de euros los intereses de los préstamos que pidan las empresas del sector turístico de las islas para renovar sus instalaciones. La medida se enmarca dentro del Plan Renove de instalaciones e infraestructuras turísticas que el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, presentó en junio. Además, anunció que la alianza con el sector hotelero será clave para superar la situación. Nájera aseguró que en la actualidad, se está trabajando en la reconversión de tres hoteles de la Platja de Palma, que «pasarían de tres a cuatro estrellas» y que supondría «seis millones de euros por proyecto y hotel».
Por otra parte, Antich subrayó que, si se crea un sistema de financiación autonómico que «no penalice» a Balears, la Comunitat «no tendrá ningún problema para seguir siendo solidaria» con otros territorios, pero siempre que el nuevo modelo permita a las islas «cubrir las necesidades de sus servicios básicos».
El Plan Renove de instalaciones e infraestructuras turísticas es una medida impulsada desde el Gobierno para, bajo criterios de sostenibilidad, eficiencia energética, calidad y responsabilidad, mejorar la competitividad de los destinos turísticos españoles y adaptarse a las futuras necesidades. Margarita Nájera dio a conocer que Balears recibirá por este concepto entre 200 y 250 millones de euros, que se destinarán a subvencionar los intereses de los préstamos que pidan las empresas turísticas.
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