Bajo el sol de Mallorca

A primera hora de ayer, padres, madres y pequeños se concentraron en el hospital comarcal de Inca donde se hicieron unos análisis clínicos. La vicepresidenta de la Infants del Món, Inmaculada Vara, explicó ayer que «hoy -por ayer- les hacemos los análisis y después les premiamos con una divertida jornada en un parque acuático». Allí han disfrutado de una mañana bajo el sol, «algo muy beneficioso para ellos, junto con la alimentación y sobre todo la fruta, que les vuelve locos», explicó Inma Cuenca de Infants del Món, que les acompañó en todo momento.

«Se trata de niños que viven en orfanatos de zonas muy frías de Rusia, incluso del Àrtico Polar, y este clima y las condiciones en las que viven aquí les ayudan a que al menos durante un año no contraigan alguna enfermedad», aclaró Cuenca, para la que esta experiencia supone «una satisfacción enorme gracias a las vivencias de cariño que viven los pequeños».

Inmaculada Vara, manifestó que «desde que llegaron los niños no hemos parado de realizar diferentes actividades», entre las que destacó cenas y fiestas que, además de servir para diversión, ayudan a recaudar fondos para los niños de Rusia.

Está previsto que los pequeños regresen a su país el próximo martes, que se ha convertido en el día más temido de los padres que acogen a los pequeños. «No quiero pensar en el día que se marchen», decía ayer Tere Rodríguez que este verano ha sido el primer año que acogía un niño ruso.

Por su parte, Fabiola Azagra de Palma, manifestó que los niños «son un encanto, muy fuertes, muy valientes y con muchas ganas de hacer cosas diferentes». Según Fabiola, la experiencia de tener a un niño en «tu propia casa te llena de sensaciones y es imposible no repetir año tras año».

M.Nadal / N.Jiménez Foto: S.A./ M.N.