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El metro de Palma entra en funcionamiento hoy lunes 28, tras diez meses de estar inoperativo por obras de todo tipo para subsanar las deficiencias técnicas y de diseño detectadas en su construcción, tras las inundaciones del 21 de agosto y 22 de septiembre del pasado año, que propiciaron su cierre.

El coste de esta infraestructura ha superado los 536 millones de euros, siendo, sin duda alguna, el metro más caro de toda Europa por la inversión realizada en comparación con el tamaño de red (siete kilómetros), aunque será el más barato de todo el país por el precio del billete que tiene, 0'90 euros.

Inaugurado el 25 de abril de 2007 por el ex presidente del Govern, Jaume Matas, se convirtió en el símbolo de la modernidad de estas Islas para el PP en la pasada legislatura, pero a los cuatro meses de estar operativo, las inundaciones del 21 de agosto hicieron saltar las alarmas, ya que el actual Govern decidió cancelar temporalmente el servicio al inundarse de agua todas las estaciones por las lluvias torrenciales. Tras unos días de reparaciones, se optó por reabrir el servicio, pero las inundaciones del 22 de septiembre, sin duda alguna, fueron las que marcaron su futuro por los daños ocasionados, lo cual provocó la decisión política más criticada por la oposición, como el cierre definitivo de este servicio hasta que no se subsanaran todas las deficiencias.

Diez meses han durado las obras, en el transcurso de los cuales los enfrentamientos entre Govern y oposición han sacado a la luz todos los problemas de diseño, concepción y construcción del suburbano.

Curiosamente, estos diez meses, según el conseller de Mobilitat, Gabriel Vicens, son los que una obra de estas características hubiera necesitado para ultimar a la perfección todos los detalles «porque ha habido prisas en su ejecución, se han cometido errores garrafales en el diseño y, aunque se han subsanado todas las deficiencias, el suburbano siempre tendrá problemas, pero el servicio a los ciudadanos está ya garantizado».

Las obras de soterramiento y el metro fueron adjudicadas por 235 millones de euros, durando las mismas aproximadamente dos años. Durante estos dos años, las siete UTE adjudicatarias propiciaron, con el visto bueno de la dirección de obra, diversas modificaciones, obras complementarias y liquidaciones que conllevaron un sobrecoste de 80 millones de euros, de ahí que el importe total de al construcción ascendiera finalmente a cerca de 315 millones de euros, un 34% más de lo licitado en un principio.

A esta cantidad hay que sumar los 28 millones de euros que se han invertido en las últimas obras de reparación, cuya cantidad asciente finalmente a 343 millones, un 46% más sobre el importe de licitación.

Para pagar todo esto, el Govern aprobó una operación crediticia sin previsión presupuestaria de 70 millones de euros, que conllevaba pagar 50 millones de intereses, sumando en su conjunto esta operación 120 millones de euros. Los intereses bancarios, en total, ascienden a 193 millones, que se tendrán que pagar por plazos: 15 millones anuales entre 2008-2010, y 32'5 millones entre 2011-2031. Sin duda alguna, el metro más caro de la historia.