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Las empresas inmobiliarias de Balears prevén liquidar en seis meses el stock de viviendas sin vender, que se estima en unas 4.000, desde el momento en que empiecen a superarse los problemas financieros que se han generado en lo llevamos de 2008 a causa de la subida del Euríbor y el endurecimiento de las condiciones para acceder a hipotecas por parte de las entidades bancarias.

Así lo indicó, el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Baleares, Gabriel Oliver, quien consideró que el stock de residencias construidas pero no vendidas en las Islas «no es un problema», a diferencia de otras comunidades.

Según indicó Oliver, el stock «desaparecerá en medio año a partir de la recuperación económica», ya que, actualmente la situación es que «salen menos pero también producimos menos», debido a una contención en el mercado que achacó a una reacción psicológica por parte de los consumidores, que «se frena de comprar a causa del ambiente de miedo que se ha creado», apuntó.

La producción anual de viviendas en las Islas es de 9.000 residencias, de las que 8.000 se levantan en Mallorca y, de hecho, entre 2.700 y 2.800 corresponden a Palma.

El frenazo de las compraventas de viviendas está pasando factura a las entidades tasadoras, que vieron reducida su actividad en un 20'7 por ciento a nivel nacional, liderando Balears la mayor bajada a nivel nacional con un 48'8 por ciento, lo cual da una idea de cómo está el mercado.