TW
0

J. SOCIES/ C. ALZAMORA
La mañana del 16 de agosto hasta ahora ha venido siendo una fecha marcada en el calendario de los aficionados a la pesca, el raor, uno de los peces más apreciados de las aguas de Mallorca sirve de reclamo cada año para miles de pescadores que se hacen a la mar en busca de los arenales donde se encuentran los raors.

El fuerte viento de los últimos días tenia preocupados a los aficionados por lo que algunos ya no se acercaron a sus barcas o otros como Salvador Bauçà, decidieron no ir muy lejos «no me gustaba el oleaje, y a milla y media del puerto de la Colònia, hay dos pequeños arenales y me he acercado hasta allí y he traído una docena de raors». A bordo de Fuku, una de las barcas más antiguas de la Colònia, se acercaron al puerto, pasado el mediodía, Pep Feliu y Jorge Blanco y con ellos una treintena de raors. Los dos pescadores señalaban que soplaba el viento de xaloc lo que dificultaba la pesca y coincidieron con otros pescadores en que había menos barcas que el año pasado.

Una de las quejas de los pescadores del Cap Salines fue la presencia masiva de yates que circulaban por la zona «pasaban tan cerca que nos han llenado el llaüt de agua» decía Pep Feliu.

En los puertos del Llevant de Mallorca, Portocolom, Portopetro, Cala Bona o Porto Cristo se repetía la misma situación y al punto del mediodía en los puertos entraban centenares de pescadores con sus capturas.

En la zona del Port d'Alcúdia también fueron muchos los aficionados que salieron en busca de este preciado pez. El secreto de la pesca del raor reside en el simple hecho de encontrar una buena pesquera y los métodos para encontrar los fondos de arena dónde se esconden los raors varían de una embarcación a otra. Los pescadores Narcís Vilaire, Jaume Domenech, Joaquín Hois y su hijo Sergio utilizaron un moderno detector GPS, pero también se hace uso de otros métodos más tradicionales, como el de guiarse por señales terrestres o puntos de referencia.