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Entre los magníficos barcos de época participantes en la regata del Trofeo Almirante Conde de Barcelona, ha destacado la presencia de un precioso yate clásico con aspecto de pequeño vapor. Se trata del exquisito Ilona of Kylesku, de 1907 y cedido por su propietario, el duque de Westminster para los invitados 'vip'.

Es el único barco participante que no posee velas, con el sello genuino de un legendario yate privado de estilo eduardiano.
Construido en Fleetwood, su puerto de matrícula en Gran Bretaña por James Armour para Henry Calvert, por un genuino «gentleman» británico amante de la navegación con estilo, se conserva como en sus mejores tiempos de la Belle Époque. Por entonces fue bautizado como Mauna Loa en honor al volcán hawaiano que entró en erupción en aquel año. Una denominación que mantuvo hasta su última restauración a principios de la presente década.

A lo largo de su más de un siglo de vida marinera ha capeado diversas vicisitudes, incluidas las dos guerras mundiales, en que fue cedido a la Rayal Navy como embarcación auxiliar y yate armado, participando en el reembarque de las tropas aliadas en Dunkerque. En 1986 un fuerte temporal mientras estaba amarrado en Palma rompió parte de la popa.

Diseñado por William Stoba de los legendarios astilleros Camper & Nicholson como vapor, recibió en 1931 su primera máquina de fuel, reemplazada en 1947 por el motor actual, completamente restaurado y en óptimo estado de funcionamiento. Una rehabilitación que ha incluido sus románticos interiores revestidos de maderas nobles y en los que destaca el equipo de navegación original, con rueda de timón, bitácora y telégrafo de órdenes de la época. En su acomodación destaca su acogedor salor al estilo country club y su caseta acolchada en la cubierta de popa que permite disfrutar de la vida en cubierta al resguardo de los vientos marinos. Con 28 metros de eslora, esta joya del pasado puede alojar a cinco invitados en tres cabinas.

Gabriel Alomar