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L.MOYÀ El comité de huelga del Servei d'Ajuda a Domicili (SAD) de Palma denunció ayer que «la manera imprecisa de obrar del Ajuntament» por lo que concierne a los servicios mínimos ha dado pie, durante el paro indefinido de las trabajadoras familiares iniciado el pasado lunes, a circunstancias que consideran «penosas». El comité criticó, a través de un comunicado, que Cort, al solicitar a las empresas que gestionan el servicio un listado con los nombres de los usuarios que podrían encajarse en los servicios mínimos, no tuvo en cuenta «la realidad de cada usuario».

De esta manera, el comité aseguró que esta actitud del consistorio tenía como objetivo «cubrir con los servicios mínimos al máximo de personas». También dio a conocer que se han dejado fuera «a personas que normalmente tienen un cuidador, pero que en estas fechas carecían de él por diversas circunstancias» y, también «a usuarios para quienes el servicio era imprescindible porque el expediente está a nombre de otro miembro de la familia que no entraba dentro de los servicios mínimos».

El comité denunció la programación de servicios mínimos «a usuarios absolutamente válidos para cualquier actividad de la vida diaria que sólo tienen programados trabajos domésticos por el hecho de que viven solos». En relación a los controles telefónicos que se han realizado para comprobar el cumplimiento de los servicios mínimos, el comité criticó, a través del comunicado, que se han dado casos en los que la trabajadora ha acudido en un horario posterior y la llamada se ha realizado antes de su llegada. También «se ha efectuado control telefónico a usuarios fallecidos durante el fin de semana». «Las empleadas han buscado que ningún usuario con necesidad quedara sin servicio aunque no figurase en las listas».

El comité insistió en que, durante los tres primeros días de huelga indefinida, «ningún usuario ha corrido ningún tipo de riesgo por falta de un servicio esencial».