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El ex jefe de Servicios y Mantenimiento de Turisme Jove, Juan Francisco Gosálbez decidió 'tirar de la manta' al leer el contenido de la declaración realizada por su jefe inmediato, Juan Francisco Gálvez, ante el juez el pasado catorce de agosto. En esa declaración Gálvez imputó a Gosálbez un presunto delito de falsificación de documento público, en concreto, el contrato de alquiler de un inmueble, propiedad de su ex subalterno.

«Esa firma se parece, pero no es la mía», respondió Gálvez cuando le preguntaron por el documento «Acord del Consell de Direccio del 22 de diciembre de 2006». «No la reconozco como puesta de mi puño y letra», subrayó.

«¿Entonces, quién cree usted que falsificó su firma?», le inquirieron. «Seguramente pudiera ser el señor Gosálbez ya que quería una cobertura pero no sé bien por qué», afirmó.

Gálvez insistió en varias ocasiones que «nunca» se había llevado un céntimo de las arcas de Turisme Jove, y también subrayó que confiaba «ciegamente» en Gosálbez, pero cuando supo que el local de la Bonanova era suyo «mi confianza se quebró», dijo. «Me siento defraudado, disgustado y avergonzado por el comportamiento de Gosálbez. Éramos amigos, fue a mi boda, venía mucho por mi despacho y hablábamos mucho por teléfono», precisó.

Tanto Gálvez como Gosálbez están imputados, junto a otras ocho personas, en el 'caso Turisme Jove', que investiga diversas irregularidades en ese departamento del ex Govern de Jaume Matas. El primero está en libertad con cargos y el segundo en prisión desde hace tres semanas.