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La rectora de la UIB, Montserrat Casas, advirtió a Francesc Antich de que «en época de crisis, de donde no conviene recortar es de las partidas presupuestarias de educación, investigación e innovación». Y el presidente del Govern respondió asegurando que el Ejecutivo apuesta por la UIB para que sea el «motor que impulse el cambio de modelo económico» que necesitan las Islas para hacer nuestra economía más «competitiva, innovadora y diversificada». Por eso, Antich reiteró el compromiso del Govern de aumentar la partida destinada a la Universitat, y sobre todo para intensificar las inversiones en Investigación y Desarrollo.

Ambas declaraciones se realizaron ayer en el acto de inauguración del curso universitario 2008-09, que empieza el lunes. En su discurso, el president destacó que uno de los pilares del nuevo modelo económico que se quiere establecer es la mejora de la educación, ante lo que consideró que es el momento de aprovechar esta situación de crisis para reformar «en profundidad» todos los procesos educativos.

Por su parte, la rectora recordó que la Universitat cuenta con la «complicidad» de la Comunitat para poder cumplir con los retos que se tienen por delante y alertó de que aunque contamos con una «comunidad científica de calidad», el gasto por investigador y su número está «claramente por debajo de la media estatal», lo que provoca que los «grupos competitivos tengan una situación de extrema fragilidad por la falta de masa crítica».

Momentos antes, el secretario general de la UIB, Federico Garau, había realizado un repaso por los 30 años de historia de la UIB, y el profesor Antoni J. Colom había leído la lección inaugural, titulada «Per una pedagogia del laberint».

El acto de apertura del año académico número 31 de la UIB reunió en el campus a las máximas autoridades de Balears, encabezadas por el president del Govern y el delegado del Gobierno, Ramón Socias, pues a última hora la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, excusó su ausencia. Como la del año pasado, la de ayer fue una ceremonia concurrida y el salón de actos del edificio Gaspar Melchor de Jovellanos se quedó pequeño para acoger a tantas autoridades, representantes de los sectores sociales y catedráticos.La inauguración se celebró con todo el ceremonial que acompaña a las aperturas de curso en la UIB y alcanzó su mayor solemnidad con la entrada en la sala de los claustrales y con el canto del Gaudeamus Igitur, el himno universitario, que cerró el acto.