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JAIME MOREDA
Paris Hilton, Eva Longoria, Andrei Kirilenko, Terrence Howard, hotel de lujo en Andratx alquilado durante una semana, fiestas al más alto nivel en lugares de moda, miles de flores, incontables botellas de champán, los mejores vinos, coches alemanes de gama alta alquilados por docenas, excursión por la Costa de la Calma en el yate más lujoso del mundo... Si a todo ello añadimos donaciones millonarias a diversas asociaciones, entre ellas la mallorquina Aspanob, nos encontramos ante la vida perfecta. Pero esto sólo fue la fachada de uno de los fines de semana más fastuosos vistos en Mallorca en los últimos tiempos. Sucedió a finales de agosto de 2007. Tras todo esto se esconden muchos problemas económicos con deudas millonarias, demandas en curso y posiblemente algún juicio por impago. ¿Quiénes había detrás de todo este dispendio teñido de beneficencia? En primer lugar, Costantin-Alexander Dietrich, un comerciante alemán con residencia en Mallorca, ideólogo del «Playing for good»; María Bravo, la española ex novia de Bruce Willis y con residencia en Beverly Hills; Jan Stoltze, alemán residente en el Port d'Andratx; Scott-Adam Lazerson, estadounidense, y Marjan Sailer, de apellido original Arklinic, alemán de origen croata. Estas cinco personas fundaron en abril del año pasado en Mallorca la asociación «Juega para ellos».

Dietrich fue nombrado presidente del patronato y Jan Stoltze, el único residente en Mallorca, vicepresidente. Bravo y Lazerson eran los únicos que tenían sueldos (millonarios) a cargo de la fundación. Pensaban que iban a contar con multitud de patrocinadores pero, al parecer, éstos fallaron y el castillo de naipes se fue derrumbando. Eso sí, gastaron 500.000 euros en billetes de avión (sólo el de Goldie Hawn costó 14.000). Los problemas empezaron antes del evento. Según su versión, Jan Stoltze se desligó verbalmente de la organización días antes de que comenzaran los festejos, pero no dudó en fotografiarse con los famosos junto a sus compañeros e incluso acudió en diciembre a la sede de Aspanob con Marjan Sailer, quien entregó un cheque de 175.000 euros y un «trofeo» valorado en 3.000 dólares que la asociación tiene en el baño de su sede. Pero el cheque no tenía fondos. Stoltze asumió la deuda que ha ido pagando de forma irregular a Aspanob debido a las dificultades por las que atraviesa este empresario alemán, quien asegura además haber abonado de su bolsillo casi un millón de euros a diversos proveedores del evento. Stoltze también afirma que Sailer, «mano derecha» de Dietrich, se encuentra desaparecido desde entonces y que el propio Dietrich ha pagado de su bolsillo tres millones de euros por los gastos, que en total, según algunas fuentes, ascendieron a 4.829.000 euros, aunque otras aseguran que los gastos fueron menores. A Aspanob aún le adeudan 100.000 euros. Pero no es la única deuda que ha dejado a día de hoy el evento en Mallorca. Hay más, alguna incluso más importante. Todo demasiado oscuro, demasiado feo para un evento catalogado como benéfico.