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Las trabajadoras del Servei d'Ajuda Domiciliària (SAD) que asistieron al pleno celebrado ayer le pidieron a la alcaldesa de Palma, la socialista Aina Calvo, que, «por favor», les «ayude» y «se implique» en la resolución del actual conflicto "que se remonta al pasado mes de junio" para la consecución de mejoras laborales y salariales. Dos trabajadoras del SAD que se encontraban entre el público fueron quienes hicieron dicha petición dirigiéndose directamente a Calvo, en el momento en que estaba interviniendo el teniente de alcalde de Benestar Social, Eberhard Grosske, del Bloc, a quien pidieron también la dimisión.

Esos fueron los instantes de mayor tensión "y a la vez de mayor emotividad", ya que si bien dichas trabajadoras técnicamente no podían intervenir, según establece el reglamento municipal, consideraban que Grosske estaba faltando a la verdad en su exposición de los hechos. El edil estaba contestando a las preguntas formuladas por la regidora popular Margalida Ferrando, que fue la edil se Serveis Socials en el pasado mandato, sobre la situación actual de dicho conflicto.

Debate
Grosske reiteró que estaría actuando «sobre los principios del respeto a la legalidad y la equidad», que no permitirían cambiar la actual contrata ni tampoco el incremento salarial solicitado por UGT y USO, y reiteró también que ya se estaría garantizando ahora «la estabilidad en las retribuciones» y también que con la nueva contrata, que entrará en vigor en abril de 2009, «se garantizará» un sueldo mínimo de 1.000 euros netos al mes. Por último, reiteró que UGT y USO, y las empresas que gestionan el SAD, Intress y Servisar, podrían firmar ya el nuevo convenio, del que hay un principio de acuerdo desde el 1 de agosto entre sindicatos y empresas.

Previamente, el representante de UGT, Tomás Navarro, había intervenido para recordar que con el incremento del 9 por cien pedido para 2008 "que el equipo de gobierno no ve viable", una trabajadora del SAD pasaría a cobrar ahora 1.023 euros netos al mes, en lugar de los 907 euros actuales. Al mismo tiempo, recordó que este año ha tenido lugar un precedente de cambio de las condiciones de una contrata aún en vigor, la de los empleados del servicio de atención socioeducativa.

Ferrando, por su parte, señaló que el equipo de gobierno parecería que actúa en este caso esperando que las trabajadoras del SAD «se rindan» por cansancio, a la vez que acusó a Grosske de «atizar el fuego» y «provocar» con sus afirmaciones.