TW
0

El Criterium Ciutat de Palma de Scalextric rueda a toda velocidad a su meta final, que no es otra que la clausura con su correspondiente entrega de premios. Será el momento para hacer balance, que, a tenor del número de pruebas que se han disputado y el público "muy numeroso también" que ha asistido, bien como participante bien como espectador, ha sido positivo, lo cual dará pie a pensar en el próximo Criterium.

Nos contaba Juan Ramón Salamanca, uno de los organizadores del evento, que la actividad, tanto en el circuito como la del mercadillo, ambos instalados en el Palma Arena, ha sido constante a lo largo de estos días. Ayer, por ejemplo, se disputaron diversas pruebas: las de GT $ DTM y Damas (éstas a partir de 14 años pilotando Fórmula 1, GT, Rally, Clásicos), por la mañana; y las de la leyendas clásicas o coches de Scalextric, fabricados entre 1965 y 1980, y la de los TT off Road (todo terreno), por la tarde. Mientras que para hoy está previsto la de los Tecnitoys Classics, una serie nueva de coches a base de modelos antiguos fabricados con nuevas tecnologías.

Según Salamanca, en Mallorca puede que haya alrededor de 500 aficionados al Scalextric, «de los cuales, 230 se han inscrito en este Criterium».
Por norma general, son chavales y adultos, «muchos de ellos padres de chavales, pues pienso que el adulto compra el Scalextric a su hijo tal vez porque él, siendo niño, no lo ha podido tener, y así, si se lo compra, podrán jugar los dos. Y lo importante para instalarlo en casa "apostilla" no es disponer de un gran espacio, sino tener varias curvas interiores y diversos coches».

En este Criterium, la variedad de modelos es total. De los nuevos, no tan nuevos, remozados o preparados, los mejores sin duda están ahí. «Que el coche sea el más nuevo, o el último modelo, no significa que sea el más rápido. A base de cambios, tanto en ruedas, como amortiguadores, cojinetes, etc., puedes conseguir un gran coche. De hecho, casi todos los buenos que corren aquí, son coches a los que sus dueños les han efectuado muchos cambios, que generalmente mantienen en secreto».

Pedro Prieto