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TORRES BLASCO/LAURA MOYÀ/JUAN MESTRE
Bartomeu Vicens mantenía anoche su decisión de no renunciar a su escaño pese a diversas peticiones en este sentido, incluida una del president Antich, desde la tribuna del Parlament, durante una de sus intervenciones en la sesión del debate sobre el estado de la Comunitat y que estuvo marcado por la decisión del juez que lleva el 'caso Son Oms' de que intervenga el Tribunal Superior de Justícia (TSJB) por la condición de aforado del diputado de UM.

Y es que el 'debate de la Comunitat' que ayer celebró el Parlament estuvo marcado por la situación procesal de dos parlamentarios: Vicens, de UM, y Josep Juan Cardona (PP).

Francesc Antich, durante su primera réplica a los partidos que le dan apoyo parlamentario, aludió directamente a la situación de Vicens y dijo que «he pedido a UM que haga el cambio del diputado para dar legitimidad al trabajo de los que estamos aquí». Afirmó que así se podría defender con más libertad.

A juicio de Antich, «si se quiere, los controles de la corrupción, funcionan». Bartomeu Vicens no estaba en esos momentos en el pleno: llegó poco después y, tras reunirse con Munar, mantuvo que no iba a renunciar.

Josep Melià, que ayer ejerció como portavoz de UM ya que Vicens tenía cita con el juez, respondió a Francesc Antich que la sustitución de Vicens corresponde decidir a UM.

Al parecer, y según diversas fuentes, Antich y Nadal habrían pactado previamente el comentario de Antich sobre Vicens.
El president del Ejecutivo enmarcó su propuesta sobre Vicens en el marco de una consideración más amplia sobre la corrupción.
Antich había comenzado su intervención de réplica hablando de corrupción por considerarlo «un tema que debería preocupar a todos» en la Cámara y que «hoy, por desgracia, ha vuelto a cobrar atención», en alusión a las comparecencias ante la Justicia de Vicens y del ex conseller y diputado popular, Josep Joan Cardona, imputado por la trama de corrupción del CDEIB.

«Los casos de corrupción que afectan a esta Comunidad Autónoma están afectando de una forma muy importante a la credibilidad de nuestra comunidad y a la confianza de nuestros ciudadanos», dijo el president.

Fue en ese punto cuando el president recordó sus propuestas de regeneración de la vida pública y las propuestas anunciadas el día anterior. «Hay una voluntad clara por parte del Govern de mejorar toda esta situación», dijo, aunque reconoció que «jamás se podrá evitar que pueda surgir un desaprensivo que se salte las normas», si bien ha manifestado su «orgullo» y confianza ante la labor que está realizando la Fiscalía Anticorrupción.

El portavoz del Bloc, Biel Barceló también se había referido a la necesidad de que Vicens presentará su dimisión. De hecho, Barceló, en su intervención, se jactó de que hablaba en nombre de un grupo político que «nunca ha metido la mano en la caja».

El president Antich, al concluir el debate y preguntado por este diario cómo reaccionaba ante el anuncio de Vicens de que no iba a renunciar a su escaño -otra cosa diferente es que pueda ser relevado definitivamente de su puesto de portavoz- comentó que «ahora hay que esperar, mañana hablaremos con UM».

Durante todo el debate que celebró ayer el Parlament, la situación judicial de Vicens y Cardona se impuso sobre cualquier otra consideración.
Ya por la mañana, en las intervenciones de los partidos que apoyan al Govern, se aludió a este asunto. Ni Cardona ni Vicens ocuparon sus escaños, algo que sí hicieron por la tarde, que fue cuando Antich se refirió al asunto.

Diversas fuentes explicaron que Antich y Nadal habrían hablado previamente. Estas fuentes sugirieren que Munar, en la reunión que tuvo con Vicens, le habría instado a que no dimitiera. Vicens lo negó. En cualquier caso, anoche se reunió la Ejecutiva de UM, pese a que diversos dirigentes ya se vieron durante todo el día y luego prepararon las propuestas de resolución.

También la portavoz del PP, Rosa Estaràs aludió a la situación de Vicens pero no pidió su dimisión. Lo que sí hizo Estaràs fue afirmar que «el Govern se sustenta hoy con un diputado con muchas problemas».

Las propuestas que Antich anunció para mejorar los controles para evitar casos de corrupción se refieren al nombramiento de interevntores en cada conselleria y a la aprobación de una Ley del Sector Público.

El Parlament está formado por 59 escaños, de los cuáles cuatro están ocupados por personas imputadas en diferentes casos: Vicens, Cardona, Jaume Font y Cati Soler.