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ALICIA MATEOS ¡Si esto no se arregla... guerra, guerra, guerra! Ésta fue una de las consignas que gritaron ayer los 700 estudiantes que se movilizaron por las calles de Palma en defensa de la Educación pública. La portavoz del sindicato de Estudiantes en Balears, Anabel Jiménez, denunció el endurecimiento de la selectividad, el nuevo modelo de FP que homologa tres años de trabajo a un título, y los planes de Bolonia.

La manifestación transcurrió desde la plaza del Tubo hasta la Delegación del Gobierno. Allí entregaron al delegado del Gobierno, Ramón Socías, un manifiesto en el que exponían las reivindicaciones señaladas anteriormente, entre otras. El representante del Gobierno central en las Islas se comprometió con el sindicato de Estudiantes a hacerle llegar el escrito al Ministerio de Educación.

Los estudiantes del resto del país también protestaron ayer por la defensa de la Educación pública. Las aulas se volverán a quedar vacías el 13 de noviembre, cuando se ha convocado otra manifestación, que no descartan que sea la última.

Por su parte, el sindicato d'Estudiants dels Països Catalans (CEPC), realizó una manifestación paralela, aunque siguieron el mismo recorrido. Su portavoz, Pere García, explicó que querían desmarcarse del sindicato de Estudiantes por considerar que éstos «son una organización fantasma».