Bartomeu Vicens a la salida de los juzgados de Via Alemanya junto a su abogado.

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PATRICIO CANDIA/VÍCTOR MALAGÓN

Pocas veces coinciden en los juzgados de Vía Alemania dos políticos aforados. Bartomeu Vicens (UM) y Josep Juan Cardona (PP) comparecieron ayer en calidad de imputados en los casos 'Son Oms' y 'Ordinas', respectivamente.

Por ello, se puede hablar de una jornada atípica en los juzgados, donde, entre otras cosas, fue noticia el paraguas, tanto para protegerse de la abundante lluvia que cayó al mediodía, como el que metafóricamente 'blinda' a los aforados cuando comparecen ante un juez de instrucción.

El futuro de Vicens, portavoz de UM, ha quedado en manos de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears, después de que el juez, a instancias del fiscal anticorrupción Juan Carrau, remitiera un oficio a ese Alto Tribunal para que celebre una comparecencia. En ella, el fiscal tiene previsto pedir «medidas cautelares personales» contra Vicens, como su ingreso en prisión y el bloqueo de todo su patrimonio. También, el juez acordó ayer decretar el ingreso en prisión de la esposa de Vicens, Antònia Martorell, eludible con una fianza de 40.000 euros, que fue depositada ayer mismo.

Más tranquila fue la mañana para el ex conseller de Comerç, Josep Joan Cardona, que entró a los juzgados como imputado por el 'caso Scala' y salió del mismo modo. A lo largo de más de cuatro horas y media de declaración ante la jueza Piedad Marín y el fiscal Pedro Horrach, Cardona aseguró que desconocía las presuntas comisiones que cobraba la cúpula del CDEIB, encabezado por Antònia Ordinas. También rechazó haber participado en ninguna actividad irregular en la conselleria.

El actual diputado autonómico respondió prácticamente a todas las preguntas planteadas por el fiscal y la jueza, en una larga comparecencia que comenzó a las nueve y media de la mañana y se prolongó hasta las dos de la tarde.

A diferencia de Vicens, el diputado del PP estuvo arropado por altos cargos de su partido, en concreto por el secretario general del partido conservador, Guillem Estarellas y la consellera María José Frau, que le acompañaron en su llegada a los juzgados.