La puesta en escena el viernes por la noche fue impresionante en un acto no apto para los que temen el fuego. g Foto: N.R.

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En un tiempo en el que los tradicionales encierros están condenados a extinguirse bajo la prohibición de utilizar animales vivos en las fiestas cuya máxima antigüedad demostrada no alcance los cien años, los demonios se convierten en una buena alternativa al toro. Así lo cree al menos Arrels de la Vall, la asociación cultural mancorí que desde hace seis años copa el bestiario popular de las Illes.

Los protagonistas del Atià de Foc del pasado enero, organizaron el viernes por la noche en Mancor el primer corredimoni de las Islas que sirve de preludio a la jornada grande de la Fira, reservada para hoy.

Para acceder al recinto ocupado por ochenta dimonis procedentes de las colles de Arrels de Mancor, Sa Fil·loxera de l'Infern de Binissalem, Trafoc de Son Gotleu y los Enfocats de Son Sardina, era imprescindible proteger completamente el cuerpo cubriendo la cabeza y las extremidades y llevando gafas de protección.

Más de mil personas se acercaron hasta Mancor para vibrar con la Nit Bèstia, una de las más ambiciosas que se recuerda si bien hay que decir que la mayoría contempló el espectáculo desde la barrera. La música del infierno, a cargo de la Camareta y orquesta de cuerda de Pollença hizo el resto. lElena Ballestero
Fotos: Nuria Rincón