Antónia Ordinas, esperando con las manos en los bolsillos el coche que la llevaría a su casa en su primer día fuera de prisión. Foto: JOAN TORRES

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X.GISPERT ZEGRÍ/P. CANDIA La ex gerente del Centre per el Desenvolupament Econòmic de les Illes Balears (CDEIB) Antònia Ordinas no ha perdido el humor en los 62 días que ha permanecido en prisión por la 'operación Scala'. Ayer, al salir de la cárcel tras constituir la fianza de 100.000 euros que le exigió la jueza para dejarla en libertad, declaró: «Escribo un libro que se llamará La canción del Cola Cao. Allí lo contaré todo».

Inmediatamente, y ante el estupor de los periodistas, acompañó su comentario con una risa sarcástica. «Estar en prisión da mucho tiempo para pensar y escribir, que es lo que he hecho. El libro lo tengo bastante avanzado y he escrito ya tres bloques», subrayó.

Ordinas bromeó con la marca comercial del envase en el que escondió en el jardín de su casa 240.000 euros, una parte del supuesto botín generado por las comisiones que exigía a los empresarios por los trabajos que les encargaba con cargo a las arcas del CDEIB.

La caja de Cola Cao se ha convertido en un auténtico icono de la corrupción en Balears, y Ordinas parece dispuesta a extraer pingües beneficios de ello. Salvo que su comentario sea una grandísima tomadura de pelo a todo el mundo.

La ex gerente del CDEIB, una de las principales imputadas en la supuesta trama de corrupción del CDEIB junto a su esposa, la soprano Isabel Rosselló, y el ex director de Promoción Industrial Kurt Viaene, analizó, asimismo, su estancia en la cárcel de Palma.