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PATRICIO CANDIA/PEP MATAS El ex presidente del Govern Jaume Matas dio instrucciones precisas para rescindir «de inmediato» el contrato del primer arquitecto del Palma Arena, el alemán Ralf Schürmann, sin indemnizarle, ya que, con su retraso en la ejecución de las obras del velódromo había causado «un grave perjuicio al interés público».

Así consta en un informe jurídico de veinte páginas que el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, y el fiscal Anticorupción Pedro Horrach, tienen en su poder como resultado de las primeras investigaciones de una causa que se está instruyendo bajo secreto del sumario. Los abogados más próximos a Jaume Matas intentaron hacerle ver que era preferible una rescisión de contrato pactada con Schürmann antes que exponerse a un pleito de reclamación de cantidades y a las críticas del prestigioso profesional germano. Pero el anterior jefe del Ejecutivo se negó en redondo.

Schürmann reclama unos dos millones de euros al Govern por su proyecto, aunque otras fuentes elevan esa cantidad hasta los 3'5.
El arquitecto alemán declaró el pasado viernes ante el juez que su despido estuvo motivado por discrepancias con sus interlocutores del anterior Govern, y no por supuestos retrasos en la ejecución de su proyecto. La versión del equipo de Matas, en cambio, difiere radicalmente, ya que Schürmann sólo habría cumplido con el 7 por ciento de los plazos previstos. El Mundial de Ciclismo, de marzo de 2007, se perfilaba en el horizonte y el Govern temía que el recinto deportivo no estuviese finalizado a tiempo. El Palma Arena costó, al final, más de 100 millones de euros, casi tres veces más de lo previsto.