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ANDREU PERELLÓ
Una quincena de tiendas de campaña y una gran alfombra de sacos de dormir ocupan desde el lunes por la mañana el vestíbulo de la Facultat de Filosofia i Lletres, en el edificio Ramon Llull del campus de la UIB. Más de ochenta estudiantes participaron en la primera jornada de ocupación organizada por la Asamblea contra Bolonia. Con la movilización, los estudiantes protestan por la aplicación de la reforma universitaria prevista por el denominado Plan de Bolonia.

Son conscientes de que paralizar la implantación del Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES) es una tarea difícil. «Sabemos que quizás no detendremos el proceso, pero lo importante es que se visualice el 'no' a Bolonia, asegura Arnau, estudiante de Filosofia. Y eso ya lo han conseguido. De momento, el encierro se mantendrá hasta mañana viernes y aún no se sabe si seguirá durante la Navidad.

La protesta, iniciada el lunes por la mañana por unos cincuenta estudiantes, fue creciendo a lo largo de la tarde sin interferir, sin embargo, en el desarrollo de las actividades académicas de la Facultat. Cartas, conversaciones, pero también muchas horas de estudio y lectura, sirvieron para pasar la tarde en el vestíbulo del edificio Ramon Llull.

A lo largo del día, los ocupantes se dividieron las tareas. Así, mientras unos ambientaban el vestíbulo con diversas pancartas, otros se encargaron de proveer a la asamblea de comestibles. En este punto contaron con la colaboración del Consell d´Estudiants y de diversos bares de la UIB, que aportaron decenas de bocadillos de forma desinteresada.