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Pese a sus continuos viajes a Madrid y a la supuesta buena relación que tiene con el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero, la alcadesa de Palma, Aina Calvo, ha renunciado a mejorar la financiación de Cort a través de las aportaciones que realiza el Estado. En el plan económico financiero que acompaña a los presupuestos que mañana debatirá el Ajuntament de Palma apenas figura un incremento del 4'5 por ciento de la participación del consistorio en los tributos del Estado. Se trata, ni más ni menos, de un aumento que compensa la subida del IPC.

Calvo ha realizado innumerables viajes a Madrid durante este año y tras uno de ellos anunció que había acudido al Senado para hablar de la reforma del sistema de financiación local prometido por Zapatero. La alcaldesa de Palma también ha presumido de tener buenos contactos con el Gobierno central y es un secreto a voces que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, siente una especial predilección personal por la alcaldesa. Pero todos estos viajes no se han traducido en una mejora de la financiación del Ajuntament de Palma.

Calvo tampoco ha aprovechado sus múltiples viajes a Madrid para defender la compensación por insularidad derivada de la aprobación del nuevo Estatut, que supondría para Palma un aumento de la dotación del Estado de aproximadamente 40 millones de euros. Precisamente, ésta fue la valoración que hizo en su día el Govern, pero el Ajuntament de Palma no ha conseguido ninguna compensación por este concepto.

Además, Calvo ha decidido conformarse con los 30 millones que aporta la Comunitat Autònoma para compensar los costes de la capitalidad. Este dinero tiene que compensar los servicios que da Palma al resto de municipios de Mallorca, tal y como prevé la Ley de Capitalidad aprobada la pasada legislatura.

Sin embargo, la alcaldesa también ha renunciado a reivindicar ante el Govern una mejora de la cantidad que aportó el gabinete de Antich a las arcas del Ajuntament para compensar la insularidad.

Se da la circunstancia de que la situación financiera no es buena y hacen falta aportaciones extraordinarias. La Comissió de Comptes aprobó el miércoles, con el voto en contra del PP, el plan de saneamiento económico financiero 2009-2011. Este plan se tiene que aprobar, ya que el Ajuntament prevé terminar el año con un déficit de 62 millones, la mitad por no calcular bien el efecto de la crisis inmobiliaria en la recaudación de impuestos y tasas.