El Govern sólo aceptará un modelo de financiación que sitúe a Balears en la media de las comunidades autónomas -ahora está 20 puntos por debajo- y que «reduzca sustancialmente el déficit fiscal», que supone el 14 por ciento del PIB de la comunidad, el más elevado del Estado. Las negociaciones bilaterales con el Gobierno «deben contemplar» estas dos premisas para que «Balears deje de ser la región peor financiada del Estado» y, pese a ello, «siga siendo solidaria con el Estado».
Así lo afirmó en una entrevista concedida a Europa Press el conseller d'Economia i Hisenda, Carles Manera, quien afirmó que no es «comprensible» que las Islas no dispongan de la financiación necesaria para educación, sanidad y servicios sociales y, al mismo tiempo, aporten unos 240 millones de euros al Estado a través del Fondo de Suficiencia.
«Lo que no puede ser es que enviemos recursos a las arcas del Estado cuando en Balears tenemos un déficit de financiación escandaloso», dijo Manera. En sus relaciones con el Gobierno, el Govern está adoptando una táctica diferente a la estrategia de la Generalitat. «Es normal que Catalunya plantee las cosas de manera tan frontal porque es una comunidad fuerte, con una demografía que le ampara y una presencia política en Madrid muy poderosa».
Balears, con un millón de habitantes, «tiene que liderar una negociación astuta, aunque igual de beligerante». Para Manera, «no podemos hacer la guerra a cañonazos, debemos llegar a los mismos objetivos con procedimientos diferentes».
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