De los motivos de la finalización de la relación laboral con Matas o si éste continúa o no residiendo en la capital de los Estados Unidos, las mismas fuentes declinaron ofrecer detalles. «No acostumbramos a dar explicaciones sobre lo que hacen o dejan de hacer nuestros trabajadores», afirmaron ayer desde Barceló.
Sin embargo, las mismas fuentes sí quisieron resaltar que «no ha habido ningún tipo de problema» con Matas y que el ex presidente de Balears «ha realizado una tarea muy importante para nosotros en los Estados Unidos».
Así las cosas, parece que la relación estrictamente laboral entre Matas-Barceló ha tenido un punto y final poco más de un año después de que comenzase, aproximadamente en diciembre de 2007. Fue entonces cuando se supo que el ex presidente popular había hecho las maletas para trasladarse a EE UU con un contrato bajo el brazo.
Desde su apartamento en el centro de Washington, donde se instaló con su esposa Maite Areal, Matas cambió la política por el negocio turístico e inició una nueva etapa en Crestline, la filial hotelera del grupo mallorquín en los EEUU.
En concreto, el ex dirigente balear desarrollaba su trabajo a través del Fondo Playa, dedicado a la compra de negocios costeros. Matas vive desde 2007 casi todo el año en Estados Unidos y sólo ha regresado a Mallorca para pasar las vacaciones de verano o las fiestas de Navidad. No tiene relación con su partido político.
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