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El Parlament cerró ayer otra asignatura pendiente desde diciembre de 2007. La Cámara autonómica anunció el acuerdo por el cual se proponen tres nombres, los tres de mujeres, para ocupar la vacante de juez para el Tribunal Superior de Justicia para cubrir la vacante de Josep Massot, que se jubiló hace ya más de un año.

Los portavoces alcanzaron un acuerdo para que la terna esté compuesta por Carmen de España Fortuny, Felisa Vidal y Francisca Mas. De entre estas personas, juristas de reconocido prestigio, con más de diez años de ejercicio profesional en la Comunitat Autònoma, el Consejo General del Poder Judicial elegirá una para nombrarla magistrada de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia.

En un comunicado, el Parlament destacó que por primera vez una mujer ocupará el cargo de magistrada del Tribunal Superior.
Carmen de España se licenció en Derecho en 1982. Después de ganar la plaza de letrada municipal del Ajuntament de Calvià, Carmen de España consiguió una plaza de asesora jurídica de los servicios generales del Consell Insular de Mallorca. Tanto en el Ajuntament de Calvià como en el Consell de Mallorca ha ejercido la defensa de la Administración en la Jurisdicción Contencioso Administrativa, Penal, Civil y Social.

Felisa Vidal se licenció en Derecho en 1990 por la Universidad de Navarra. Tres años después ingresó en el Cuerpo de Abogados del Estado y en 2005 ganó una plaza en el Servicio Jurídico de la Comunitat Autònoma. En la pasada legislatura ocupó el puesto de directora de la Abogacía de la Comunitat Autònoma y participó en los trabajos de redacción del nuevo Estatut. Felisa Vidal es una persona muy próxima a la presidenta del PP, Rosa Estaràs. Por último, Bloc y socialistas consensuaron que Francisca Mas forme parte también de la terna de candidatas para ocupara ocupar una plaza en el Tribunal Superior de Justicia de Balears.

Francisca Mas es abogada, tiene despacho en Manacor, y entre 1999 y 2003 fue directora del Institut de la Dona. En la actualidad ejercía como abogada. Se espera que el Consejo se pronuncie en unas semanas.