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La regidora de Urbanisme, la socialista Yolanda Garví, y el regidor de Infraestructures, el socialista Francisco Donate, presentaron ayer la propuesta que, en principio, será la que se ejecutará finalmente en el marco del previsto eje cívico Blanquerna-Cotlliure. Dicha propuesta prevé ampliar el espacio para peatones, mantener un carril de circulación, reservar un espacio central para que puedan estacionar «en cordón» entre 50 y 60 vehículos, y crear un carril bici. Además, todo el pavimento estará nivelado y adoquinado.

Garví y Donate hicieron este anuncio tras haberse reunido de nuevo, en el marco de la Comissió Tècnica creada recientemente, con vecinos y comerciantes de la zona, que en algunos casos dieron su apoyo a esta propuesta, mientras que en otros expresaron reticencias, en especial por lo que se refiere a la eliminación de uno de los dos carriles de circulación ahora existentes.

La regidora de Urbanisme recordó que han llegado a debatirse hasta cinco posibles propuestas con vecinos y comerciantes, que abarcarían desde la peatonalización total hasta seguir manteniendo la actual situación viaria. En este sentido, Garví señaló que la propuesta que defiende el equipo de gobierno demostraría que ha habido «una predisposición a llegar a una solución integradora». Asimismo, anunció que hoy miércoles se aprobará en la Junta de Govern el proyecto técnico del eje cívico.

Cabe recordar que en la presentación del mencionado eje cívico, que tuvo lugar el pasado 2 de diciembre, Garví había anunciado que la intervención prevista supondría la pérdida de 231 plazas de estacionamiento y que sólo podrían entrar en Blanquerna los vehículos de los residentes que disponen de vado. Estas dos posibles medidas habían sido las más controvertidas hasta ahora.

El eje cívico Blanquerna-Cotlliure tendrá una longitud de 1.870 metros, dividido en tres tramos, de los cuales dos se ejecutarán este año, el comprendido entre la avenida Comte de Sallent y la calle Ticià, de 440 metros, y el comprendido entre la Plaça de Santa Pagesa y la Plaça París, de 115 metros.

Para el miércoles de la próxima semana está prevista una nueva reunión de la Comissió Tècnica, en la que el equipo de gobierno espera que vecinos y comerciantes hagan aportaciones tomando como base la propuesta ahora prevista, que también contempla que haya 10 zonas de carga y descarga en la zona. Dichas aportaciones harían referencia, por ejemplo, a fijar quiénes podrían aparcar y a qué horas en el carril de estacionamiento o a la posible implantación de zona ORA en ese espacio.

Tras la reunión de ayer, mostraron su «escepticismo» la asociación de comerciantes Acebasa, Afedeco, la Associació de Veïns Bons Aires-Arxiduc y la Associació de Veïns de es Camp Redó. En este sentido, la presidenta de Acebasa, Helena Bautista, reiteró que las entidades citadas quieren que se mantengan los dos carriles de circulación, ya que entienden que si finalmente queda un solo carril de circulación, los comercios de la zona se verán afectados por la disminución del tráfico en la zona. Más favorables a la mencionada última propuesta se mostraron Pimeco, la Associació de Veïns de Santa Pagesa y otra asociación vecinal de es Camp Redó.

Garví recordó, por último, que el proyecto de dicho eje cívico también prevé el soterramiento de contenedores, la mejora de la red de drenaje o la mejora de la iluminación exterior. Asimismo, indicó que se intentará «minimizar al máximo» el impacto de las obras. Donate, por su parte, recordó las medidas en favor del transporte público que se quieren aplicar, que serían complementarias a los seis ejes cívicos previstos en Palma en este mandato.