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RUIZ COLLADO/JUAN MESTRE
El presidente de Unió Mallorquina (UM), Miquel Nadal, aseguró ayer que «no tengo voluntad política de romper ni con el Pacte ni con Francesc Antich».
Nadal indica que «la tranquilidad es absoluta en esta cuestión, pero hay que dejar claro que no somos una corriente de opinión del PSIB-PSOE, sino un partido que tenemos que cumplir un pacto de legislatura, como el resto de partidos que integramos el Pacte».

UM, según su presidente, está a la espera de que el presidente del Govern y del PSIB-PSOE de una respuesta al proyecto de Son Baco. En este punto, UM considera dicho proyecto turístico en Campos como algo prioritario, más aún cuando supondrá una inversión de más de 40 millones de euros, que, según la formación nacionalista, «beneficiará al municipio de Campos».

Miquel Nadal tiene intención hoy de aprovechar la reunión de la ejecutiva, que se reúne con carácter de urgencia, para saber si tiene los apoyos internos suficientes para seguir al frente de la formación nacionalista. Nadal quiere salir reforzado de la reunión y durante todo el domingo pulsó los apoyos que tiene en su equipo. Es probable que el propio Nadal solicite una votación para saber cuántos miembros de la ejecutiva le respaldan. De los quince integrantes de la cúpula nacionalista, al menos diez apoyan a Nadal.

Algunos dirigentes nacionalistas intentaron forzar la reunión extraordinaria de la ejecutiva ante las desavenencias entre Grimalt y Nadal, desveladas ayer por este diario. UM no quiere salir debilitado internamente por la crisis de Son Baco ya que en las últimas horas se habían producido algunos movimientos por parte de Miquel Angel Grimalt, vicepresidente de la formación nacionalista, muy disgutado por la línea política que sigue Nadal. Se da la circunstancia, según fuentes de UM, que Grimalt fue uno de los dirigentes que defendió con más vehemencia en la ejecutiva la presentación de una enmienda en el Parlament para forzar la construcción del golf de Son Baco.

Después, sin embargo, Grimalt no acató las órdenes de la ejecutiva y retrasó durante 48 horas la presentación de la enmienda que ha provocado una grave crisis en el seno del pacto de Govern. Grimalt acusa a Nadal de intentar forzar la ruptura del pacto. Y es probable que la ejecutiva decida hoy que Grimalt deje de ser el portavoz de UM en la negociación con los socialistas.

En la misma ejecutiva se debatirá la situación que se ha creado con la presentación de la enmienda de Son Baco. Si aceptase Guillem Ginard, vicepresidente de UM y alcalde de Campos, se estudiarían alternativas al campo de golf y evitar así agravar la crisis interna en el Govern. No obstante, algunos dirigentes son partidarios de llegar hasta el final y mantener la enmienda del campo de golf. Nadal, al igual que Ginard, considera que Son Baco es irrenunciable.