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La sorpresiva designación por el parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de Felisa Vidal como jueza del Tribunal Superior de Justicia de Balears provocó ayer un malestar sin precedentes en el Govern balear.

Vidal, que fue directora general de la Abogacía en el anterior Govern de Matas, formaba parte de la terna enviada desde el Parlament al CGPJ pero iba por detrás de Carmen de España.

La portavoz del Govern, Joana Barcelo, en primer lugar; y luego el propio president Francesc Antich, dejaron claro que la designación de Vidal «no tiene precedentes». Destacaron que Carmen de España había sido incluida la primera en la terna de candidatas (Vidal fue propuesta por el PP y Xesca Mas, por el Bloc) con la idea de que el Poder Judicial la eligiera, «como siempre ha ocurrido».

Antich manifestó su sorpresa y afirmó que la elección iba «contra el criterio del Parlament».
«Es grave, estoy hay que arreglarlo pues la candidata del PP no es la que debía salir». Antich piensa que debe «reconducirse» el acuerdo. Preguntado si Vidal debía renunciar, afirmó que «yo no digo eso», e insistió en que lo ocurrido no tiene precedentes.

Munar, presidenta del Parlament, también dijo que «no es habitual» pero añadió que no realizará ninguna gestión. Dijo que habría que separar más la política de la vida judicial.