TW
0

La ley del suelo está redactada, consensuada con la mayoría de las entidades sociales y económicas de Balears, pero el Consell de Govern no ha tratado ni una sola vez el texto que ha elaborado la Conselleria de Mobilitat i Ordenació del Territori. ¿Qué está pasando entonces con la ley? El Govern no quiere abrir un nuevo frente político y ha preferido congelar la iniciativa, que cogió un gran impulso en los primeros meses del año, con intensas reuniones con entidades pero faltaba lo más importante: el consenso entre los partidos políticos que forman parte del Govern.

La ley del suelo es una normativa compleja desde el punto de vista técnico, pero también un riesgo para deteriorar aún más las relaciones entre los socios. El líder del Bloc, Biel Barceló, ha negado desavenencias entre los partidos para aprobar la ley del suelo en el Consell de Govern y llevar el texto al Parlament, pero lo cierto es que la iniciativa sigue en un 'impasse'. Uno de los integrantes del comité negociador encargado de releer el pacto reconocía a este diario que ahora «no es el mejor momento para aprobar la ley del suelo» ya que se corría el riesgo de que no hubiese consenso.

Posición de UM

La postura de UM sobre la ley puede frenar las aspiraciones del Bloc, redactor del texto normativo. Desde las filas socialistas también han dicho públicamente que la ley es demasiado compleja técnicamente y que debería ser revisada. Sin embargo, lo que más preocupa son las intenciones de UM en relación a la ley del suelo. En los primeros meses de legislatura, el grupo UM presentó en el Parlament una ley del suelo que elaboró esta formación política. La ley llegó a presentarse a los medios de comunicación, pero no fue registrada como proposición de ley. El resto de socios recordaron a UM que la ley debía ser elaborada por el Govern, y no por un grupo parlamentario. Sin embargo, UM ya avisó: «Apoyaremos la ley del suelo que recoga las aspiraciones de UM», dijeron los nacionalistas hace ya unos meses. La mayor parte de las propuestas que hacía UM en un texto que no pudo ser presentado ante el Parlament tenían que ser recogidas en el documento que elaboraba el Govern.

Las distintas versiones oficiales que se han dado sobre el retraso en aprobar la ley y enviarla al Parlament no son excesivamente convincentes y coinciden con los graves problemas que existen en el seno del Pacte por la presentación de una enmienda por Son Baco por parte de UM.

Un precedente peligroso

La ley del suelo ya fue elaborada la pasada legislatura por el Govern que presidía Jaume Matas. El Ejecutivo trabajó varios años en redactar su propia normativa, pero al final, cuando faltaban pocos meses para las elecciones, Matas decidió retirar un proyecto de ley que ya había sido registrado y comenzaba a tramitarse. Matas adujo que la cercanía de las elecciones autonómicas aconsejaba retirar la ley del suelo hasta la siguiente legislatura.

Es una normativa que tiene una gran importancia para Balears, ya que se trata de la única autonomía que no tiene una regulación legal de estas características. Balears, en la actualidad, se basa en la ley del suelo nacional, que fue aprobada antes de la entraad en vigor de la Constitución. Con la ley del suelo, el Govern intenta simplificar la actual normativa en materia de ordenación del territorio. Es decir, se eliminarían algunas leyes vigentes y se aplicarán nuevas medidas territoriales.