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La Semana Santa finaliza en las Islas con un balance nada positivo para el sector turístico balear, puesto que la baja ocupación hotelera, incentivada a base de descuentos y ofertas de hasta un 35%, así como la caída del turismo español y británico han tenido un claro efecto negativo en la rentabilidad de las empresas. La única zona que ha funcionado, gracias al turismo alemán, ha sido la Platja de Palma, que ha logrado ocupaciones de hasta el 85%.

«El turismo alemán ha salvado los papeles a muchos hoteles que funcionan con este mercado, puesto que españoles y británicos, a causa de la crisis, han caído respecto a otras Semanas Santas, repercutiendo ello muy negativamente en aquellos enclaves que sustentan su actividad con estos mercados. El balance no ha sido positivo y muy desigual», puntualiza el presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca, Antoni Horrach.

En Eivissa y Menorca la situación ha sido más complicada, puesto que, salvo el turismo residencial, «los mercados tradicionales no han funcionado», indican desde las patronales hoteleras de las islas menores.

El presidente de la Asociación Hotelera de la Platja de Palma, Francisco Marín, incide en el hecho de que «ha sido una Semana Santa con más ofertas que nunca y con precios cerrados a causa de la crisis económica, ya que se han comercializado medias pensiones por día entre 20 y 30 euros. Es cierto que hemos logrado buenas ocupaciones, en algunos casos superiores al 90%, pero ha sido gracias a estas ofertas que se han hecho en el mercado alemán, principalmente, británico y español. El resultado final es que la rentabilidad respecto a otros años ha bado entre un diez y un 15 por ciento».

Las cadenas hoteleras han logrado comercializar en el último momento bien sus establecimientos en Mallorca, pero también a base de descuentos de todo tipo.

A esto hay que sumar que gran parte de la ocupación en los hoteles de las zonas turísticas de Mallorca, Menorca y Eivissa se ha debido a la excelente acogida que han tenido las ofertas en el mercado interior, «ya que muchas familias de las Islas han podido pasar estas fiestas a precios más que asequibles para sus bolsillos, más aún cuando las familias han sido las grandes beneficiadas, por estar incluidos los niños gratis en el precio final», señalan los propios hotelereros.

Acabada la Semana Santa, la ocupación hotelera media en Mallorca se situará por debajo del 40% en los hoteles turísticos abiertos, ya que el resto no abrirá sus puertas hasta la segunda quincena de mayo por la caída en picado de las reservas del turismo alemán, británico y español. Las patronales hoteleras confían, pese a todo, en las ventas de último momento.