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Desde el pasado mes de noviembre, el Ajuntament de Palma se está retrasando a la hora de abonar su factura mensual a Emaya por el servicio de limpieza. Esta situación ha provocado que la empresa pública tenga problemas de liquidez para pagar a tiempo a sus proveedores, abonando sus facturas más tarde de los habituales 100 días.

En total, el Ajuntament debe a Emaya 4'5 millones de euros de 2008, una cifra que, según el regidor de Hisenda, Andreu Alcover, se intentará saldar en el mes de mayo. Aparte, el Consistorio tiene pendientes otros 1'5 millones por servicios que el organismo ha prestado en 2009 y cuya deuda ya ha vencido. En total, la suma asciende a 6 millones.

La presidenta de Emaya, Cristina Cerdó, de UM, definió la situación como «preocupante». «Las nóminas de marzo se han pagado con dificultad y se seguirán pagando, no peligran». Hoy, el Consell d'Administració de la empresa pública aprobará una póliza de crédito por valor de 4'5 millones para tener liquidez y hacer frente al pago de los proveedores. De momento, a la hora de abonar las facturas, se está primando a «las pequeñas empresas», mientras que las deudas con las más grandes, como por ejemplo Gesa, se sufragan más tarde. Los 4'5 millones corresponden a gastos corrientes y a lo que corresponde a Emaya por la Llei de Capitalitat. Cada mes, Emaya recibe 1'7 millones de euros del Ajuntament de Palma. En total, el presupuesto del Consistorio prevé unos 18 millones de euros al año para la empresa pública. Según el regidor d'Hisenda, Andreu Alcover, del PSOE, el ayuntamiento está viviendo «tensiones de liquidez en tesorería» porque varios organismos no están abonando al Consistorio deudas pendientes. Alcover citó dos ejemplos: los 4 millones que debe la constructora de Son Espases en concepto de licencia de obras y los 8 millones que Aena también adeuda a Cort.

En relación a Emaya, afirmó que se está buscando una vía para resolver la situación que podría pasar por tres soluciones. Una, solicitar una póliza de crédito. Otra, que Emaya pueda adherirse al sistema de confirming puesto en marcha por el Ajuntament, y que asegura el pago a los proveedores a los 120 días o que estos puedan adelantarlo. Por último, optar a los 3.000 millones en ayudas que el Gobierno pondrá en marcha a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para que los ayuntamientos puedan garantizar el pago de forma rápida.

Para Cristina Cerdó, la principal preocupación de Emaya es «no poder atender en el plazo previsto» las obligaciones de la empresa pública. «Sólo pedimos que se mantenga la misma liquidez que tienen el resto de empresas públicas de Cort, que se salden las deudas igual que al resto». Los problemas de tesorería sólo se dan, en la actualidad, en Emaya. En el resto de empresas públicas, como confirmó Alcover, la situación se ha normalizado tras superar también algunos problemas de liquidez.