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Victoire Ingabire Umuhoza, presidenta de la Unión de las Fuerzas Democráticas (FDU-Inkingi) y candidata a la presidencia de Ruanda en las elecciones de 2010, aseguró ayer en Palma que sólo un pacto entre las tribus hará viable la paz: «No se puede estructurar Ruanda desde un punto de vista étnico, sino dar garantía institucional al pueblo y al país en su conjunto», aseguró.

Umuhoza asistió ayer en Palma al VII Encuentro del diálogo intrarruandés, organizado por la Red Internacional para la Verdad y la Reconciliación en Àfrica Central y con la colaboración de la Conselleria d´Afers Socials.

La tragedia ruandesa, que estalló en 1990, ha costado más de 7 millones de vidas humanas, en un conflicto que se extiende por Àfrica Central.
Ruanda es un país azotado por el sida, con un tejido económico y social destrozado. Roto por el genocidio, el reclutamiento masivo de niños soldados y, en definitiva, la violación sistemática de los derechos humanos.

Los mediadores internacionales buscan una solución al conflicto. Al respecto Victoire Umuhoza es clara: «Si se movilizan observadores internacionales para preservar las garantías democráticas del proceso electoral, estoy convencida de que seré presidenta de Ruanda en 2010».

Su programa plantea la «reconciliación y seguridad institucional para todas las tribus. La implantación de un sistema multipartidista en beneficio del pueblo, no de las etnias; y un plan económico para relanzar la economía del país».

Fue a raíz del asesinato de los presidentes de Ruanda y Burundi, Juvenal Habyarimana y Cyprien Ntaryamira, respectivamente cuando se inició una contienda cruenta entre las dos etnias mayoritarias de Ruanda.

Una falange radical y mayoritaria de los hutu preparó el aniquilamiento masivo tanto de tutsis como también de hutus moderados y opositores del régimen del Habyarimana y cercanos al FPR.

Los militares del Frente Patriótico Revolucionario cometieron asesinatos masivos y los tutsis fueron masacrados: se eliminó al 75% de la etnia durante el genocidio.