Carlos Falcó, marqués de Griñón.

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Oleoart 2009 se estrenó ayer por la tarde con una conferencia, El futur comercial de l'oli verge extra, pronunciada por el Marqués de Griñón a la que asistieron empresarios relacionados con el aceite y el vino, pero ningún representante de la Consellerie d' Agricultura. Pasadas las siete de la tarde, el Marqués de Griñón, Carlos Falcó, a quien acompañaba su hija, Xandra Falcó, tras ser presentado por Josep Oliver, se dirigió al respetable, que escuchó con gran atención sus planteamientos.

Antes había hablado con nosotros.
Innovador
El marqués de Griñón, a quien nadie puede discutirle que haya sido la persona que más se ha esforzado en la modernización del vino de este país , está ahora trabajando, en el mismo sentido, pero con el aceite, habiendo logrado uno, único y de altísima calidad, aceite de oliva extra virgen Marqués de Griñón Capilla del Fraile. «Aceite y vino van juntos en la historia y cultura del Mediterráneo que fue la cuna de la cultura universal. Hace 3.500 años -recordó- las naves fenicias transportaban de lo uno y de lo otro. Y en la actualidad ambos son productos muy importantes desde el punto de vista económico. España es el tercer productor de vino del mundo y en aceite de oliva es el líder mundial. Y ahora, cuando el mundo está globalizado no nos queda más remedio no solo de mantener el nivel sino que hay que mejorarlo». El marqués reconoce que su experiencia adquirida como viticultor la utiliza, en parte, ahora con el aceite, a pesar de que recuerda «que mi familia, en lo uno y en lo otro, lleva trabajando más de 700 años», y que una vez que terminó la carrera de ingeniero agrónomo, y que tomó las riendas del negocio, se propuso buscar fórmulas nuevas y crear productos de alta calidad diferenciados y embotellados, «que son condiciones fundamentales para que los productos sean reconocidos por el consumidor, tanto es así que hoy la marca se ha convertido en vehículo esencial para el comercio mundial. De este modo comencé con el vino y a continuación desarrollé la idea del aceite a base de viajar, investigar, catar y ver como se hacía el aceite en zonas punteras en materia de calidad, ya que la cantidad jamás me ha interesado».

En cuanto al aceite que se elabora en Mallorca, Falcó, que está muy bien informado, reconoce que el potencial que hay en la isla es enorme, y no solo de ahora sino desde siempre.

El marqués de Griñón, que en el almuerzo de ayer pudo probar «uno de los vinos más famosos del planeta, el Petrus, uno de los iconos del mundo, que se produce en pequeñas cantidades», resaltó los denominados aceites de pago, «hechos en una finca, y que intentan reflejar la combinación de suelos, minerales, clima y filosofía del propietrario».

Volviendo al vino, Falcó señaló que si ha decrecido la venta de vino en España ha sido porque la juventud se siente un tanto alejada de él. «Consideran que su mundo es complejo por lo que hay que acceder a él con unos conocimientos que ellos no tienen. Pero eso va a pasar pronto». ¿Que qué le diría a un nieto suyo si le sorprendiera haciendo botellón? «Le diría que esta equivocado, para pasárselo bien, no hace falta emborracharse; al vino -le diría.- hay que saborearlo». Señaló que los futbolistas y cantantes están entrando en el negocio del vino; que el Rey no solo tiene sus vinos en su mesa, “sino que a veces se acerca a la mía»; que los vinos de Mallorca pueden jugar la Champions, al igual que los aceites. Por último reconoció que nunca deseó estar en las revistas del corazón.

Pedro Prieto