Por fin! fue la expresión más recurrente por los trabajadores de discotecas, bares, restaurantes e inclusive taxistas, por la gran cantidad de gente de todas las edades, que salieron de marcha el fin de semana por el Passeig Marítim de Palma.
Sobre las once de la noche del sábado comenzaron a llegar al citado paseo grupos para festejar el primer fin de semana del verano. Con el tradicional botellón muchos dieron inicio a la fiesta. Los no tan jóvenes eligieron alguna terraza para poder sobrellevar los 28 grados que marcaban los termómetros a la una de la madrugada.
El lleno era total. Posteriormente la fiesta se trasladó a las discotecas o clubes de la zona. Grandes colas, una buena dosis de paciencia y, sobre todo, muy buen ambiente.
Mucha oferta, promociones y precios especiales, como las que ofrecen Abraxas y Tito's a los residentes, a quienes -mostrando el DNI- durante el verano hacen un descuento en el precio de las entradas.
La noche siguió su curso con un ambiente cargado de alegría y buen ambiente hasta altas horas de la madrugada.
La psicosis de la crisis desapareció aunque sea por unas horas y los empresarios de la noche se mostraban esperanzados después de unos meses francamente malos.
Disfrutando de la noche, muchos turistas y grupos de peninsulares llegados para pasar unos días de fiesta -como la docena de chicos de Badajoz o las ocho chicas de Elx, vestidas para la ocasión- que celebraban la despedida de soltera de una de ellas.
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