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Durante las calurosas tardes de verano, muchas personas buscan entretenerse y olvidar así las altas temperaturas. El Gran Circo Royal ofrece una solución magnífica contra el aburrimiento y el calor: dos horas de fantasía y artes circenses. Sus payasos, malabaristas, acróbatas y animales consiguen dibujar sonrisas y asombro en el rostro de los pequeños, y no tan pequeños que asisten a sus espectáculos.

Su carpa se encuentra hasta el 26 de julio en el recinto ferial de Son Fusteret y sus funciones comienzan los días laborables a las 20.30 horas y los sábados y domingos a las 20.00 y a las 22.15 horas.

El director del Gran Circo Royal, Bruno Ribas, explica que «el circo está pasando una época de dificultad. Nosotros tratamos de llamar la atención del público con nuevos enfoques y puestas en escena, unimos humor y tecnología y además cambiamos el espectáculo cada año, ofreciendo algo distinto e innovador».

El espectáculo hace gala de números tan diversos como malabares con toda clase de objetos, acrobacias con telas y cuerdas, trucos de magia e incluso una encantadora de serpientes. Todo esto unido a las apariciones de payasos y de Los Lunnis que consiguen las risas de todo el público. Las estrellas del espectáculo, a pesar de que gustan todos los números, son los animales. Freddy Vázquez realiza trucos de magia con los felinos: Sito, un tigre de bengala albino; Kaira, una tigresa, y Naomi, una pantera negra pasean en libertad de su mano por la pista del circo.

El grupo circense está formado por 50 personas que trabajan a diario para que las funciones se realicen sin ningún problema y niños y adultos puedan disfrutar de ellas.

El Gran Circo Royal brinda una función llena de sorpresas en la que no faltan aplausos cuando Enrique Ribas, director creativo, invita al público a mostrar su satisfacción. «El aplauso es para el artista lo que el pincel para el pintor. Demuestren con un aplauso lo que les ha gustado el espectáculo».

Natalia Covas