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JAVIER JIMÉNEZ-JUAN MESTRE Superó un coma para morir a manos de ETA. Diego Salvá Lezaun tenía 27 años, nació en Pamplona y llevaba desde los doce viviendo en Mallorca. Hace unos meses sufrió un gravísimo accidente de moto, del que se acababa de recuperar. Sólo hacía unos días que había regresado al cuartel. ETA le esperaba.

Diego cursó estudios en el colegio Virgen del Carmen y sus amigos lo recuerdan con mucho cariño: «Era muy agradable, estamos destrozados», contó ayer a este diario Laura. Tras acabar los estudios trabajó como vigilante en Portopí y luego ingresó en la Guardia Civil como alumno en prácticas. Su afición eran las motos, y también el esquí. Hace unos meses sufrió un gravísimo accidente de tráfico en su motocicleta y quedó en estado de coma. Pensaban que no saldría, pero Diego se recuperó milagrosamente.

Llevaba sólo unos días de vuelta al cuartel y había afrontado su regreso con mucho optimismo. Salía con una chica y vivían en un piso próximo a la plaza del Progreso, en Palma. Cuentan sus compañeros que en el cuadrante de turnos de ayer a Diego no le tocaba trabajar a las 14.00 horas, pero él lo cambió porque estaba ansioso de volver a patrullar. Carlos y él, 29 años el primero; 27 el segundo, se subieron al todoterreno confiados. Segundos después una tremenda deflagración segó sus vidas.

Carlos Enrique Sáenz de Tejada, burgalés, llevaba seis meses en la Isla y se da la casualidad de que algunos familares suyos ya resultaron heridos en la explosión del atentado de Burgos del miércoles. De pequeño soñaba con ser policía nacional y después de fracasar en las pruebas ingresó en el Ejército profesional, donde trabajó en el área de Transmisiones. Después se pasó al instituto benemérito y lo pasó mal con las pruebas de natación, según recordaban ayer sus compañeros.

La desolación era ayer absoluta en la Comandancia de la Guardia Civil de Palma. Todos los agentes y grupos fueron movilizados para dirigirse a Palmanova o vigilar «zonas sensibles». Sólo los delitos más graves podían ser atendidos: la lucha contra ETA tenía prioridad total. Al cierre de esta edición el despliegue era igual de contundente y se habían anulado días libres. Incluso mandos y funcionarios de vacaciones habían tenido que reincorporarse. También llegaron ayer a Palma expertos nacionales en la lucha antiterrorista. En la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía también se extremó la vigilancia en previsión de más atentados.