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Don Juan Carlos de Borbón tenía quince años de edad cuando vino por vez primera a la Isla en visita oficial. Con la visita de 'don Juanito' y su hermano menor, don Alfonsito, como se les conocía familiarmente, se iniciaba una estrecha relación entre Mallorca y aquel jóven que, cuatro décadas después llegaría a reinar España, una relación que se acrecentó con el paso del tiempo.

El 15 de agosto de 1953, el avión Douglas de la compañía Iberia les transportó de Madrid a Mallorca. En Son Bonet, las autoridades políticas y militares de la Isla acudieron a recibirle. Los condes de Fontanar, sus anfitriones, les esperaban al pie de la pista para llevarles a la torre de la Cartuja, donde residían. Los Infantes vinieron acompañados de su preceptor José Garrido. Tras la bienvenida por parte de autoridades civiles y militares, la comitiva se dirigió a la Seu. Allí se encontraba Francisco Carvajal, un hombre con sincera voluntad de servicio a la monarquía, que poseía residencia veraniega en Mallorca. En Valldemossa, a lo largo de aquel mes de verano, don Juan Carlos trabó amistad con los hermanos Bauzá de Mirabó, con los Cilimingras, Bielí Marqués, etc, y hasta con el barbero del pueblo al que no había olvidado cuando, ya casado con la reina doña Sofía, le volvió a ver de manera casual en Valldemossa.

El verano de 1953 fue el verano de su visita oficial pero algunos palmesanos no olvidan que el 24 de diciembre de 1945, doña María de las Mercedes y sus hijos pasaron las navidades en casa de los marqueses de Torrandell, en una casa señorial de la calle Brondo.

Las excursiones, días de playa y navegación ocupan, a buen seguro, parte de la memoria afectiva del SAR don Juan Carlos de Borbón. No ha olvidado el Rey de España a Alicia Maura y Javier de la Rosa, el matrimonio que permitió que los Infantes pasaran muchas horas en alta mar a bordo de su embarcación Statice, uno de los mayores yates privados que surcaban nuestras aguas.