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La eliminación de uno de los carriles de circulación de la Avenidas provocó ayer un auténtico caos, pese a que el tráfico es mucho menor al habitual debido a que numerosos trabajadores se encuentran de vacaciones, al igual que los escolares.

Muchos conductores que no se habían enterado de la noticia se sorprendían al llegar a las Avenidas y comprobar que de tres carriles se había pasado a dos. El acceso a las calles paralelas planteó serias dudas a los conductores, ya que no sabían en qué punto se encontraban las líneas discontinuas para acceder a ellas y lo hacían por las líneas continuas. El Ajuntament había contemplado la posibilidad de que se produjeran incidentes y cuatro agentes estuvieron ayer controlando el tráfico entre Vía Alemania y la calle Sindicato. Cort aseguró que las cámaras de Mobilitat no habían detectado incidentes.

Los conductores de autobuses también tuvieron dificultades para realizar su trabajo, ya que tenían que invadir el carril bici para llegar a las paradas. En concreto, son seis las paradas afectadas por este carril bici (Avenida Alemania, Vía Portugal, Joan March, Costa des Gas, Alexandre Rossellò y Plaza de España), que se están reformando para que estén delante del carril bici y sobre una plataforma que permita acceder con facilidad al bus a las personas con movilidad reducida. Está previsto que las obras del carril bici de Avenidas terminen durante la tercera semana de septiembre.

Mientras tanto, los ciclistas continuaban circulando por las aceras, pese a que está penalizado. Sin embargo, el protocolo que sigue la policía local es avisar a los ciclistas que están realizando un incumplimiento (deben ir por la calzada o por el carril bici) y únicamente multan si ponen en peligro a los peatones.

Por su parte, la regidora popular Catalina Cirer manifestó que «es un despropósito la imposición de carriles bici que estamos viviendo en Ciutat». Además, calificó de «carril bici suicida» al tramo comprendido entre el Pasaje Manea y Mateo Enrique Lladó, ya que cruza por una zona en la que pasan todos los autobuses. «¿Quién tiene prioridad el ciclista o el autobús?», cuestionó Cirer. Además, criticó que «la poca anchura de los carriles bicis y la proximidad a los vehículos hacen que los ciclistas vayan por las aceras. Hacer un carril bici no es sólo pintarlo de rojo», sentenció.