TW
0

El Govern balear sabe que los 30 millones de euros que las instituciones han destinado a la construcción del Palacio de Congresos se acabarán de aquí a cuatro meses, en diciembre. A partir de este momento, las obras en el edificio quedarán paradas porque el grupo Barceló, que ganó el concurso, ha anunciado que este proyecto ahora no le interesa y no pondrá ningún dinero. El grupo hotelero ha detenido su expansión y enfriado las inversiones a causa de la crisis económica, y una de ellas es el polémico palacio con hoteles incluidos que promovió el ex presidente Matas en la fachada marítima de Palma.

Las fuentes consultadas dan por seguro que las obras quedarán paradas por falta de financiación, y que el Govern denunciará el grupo Barceló en los tribunales por incumplimiento de contrato. Las negociaciones, en este sentido, están resultando ásperas desde que el propio presidente Antich se enteró por la prensa de que Barceló abandonaba el proyecto.

En aquellos momentos él estaba buscando soluciones a los problemas que planteaba la empresa concesionaria, y de las cuales había sido informado por la alcaldesa de Palma, Aina Calvo. Las conversaciones y negociaciones posteriores que se han abierto con el grupo hotelero tampoco no van por buen camino.

Barceló reprocha a las instituciones que cambiaran el proyecto inicial, y que el actual todavía no tenga los permisos concedidos. Y en eso tiene razón: Calvo forzó la normativa hasta unos extremos insólitos para ejecutar el Palacio de Congresos y un hotel anexo, y los permisos todavía están en el aire. Pero desde Cort y el Govern se reprocha a Barceló que aceptara cambiar el planeamiento inicial y que empezara las obras y ahora lo denuncie. Recuerdan, además, que el proyecto se puede ejecutar sin problemas mientras la estructura no rebase los 30 metros de altura.

Barceló alega también un sobrecoste del proyecto, que se cifró en 125 millones de euros, 30 a poner por Cort y el Govern -que ya se han pagado- y el resto de los empresarios. Pero incluso Acciona, que construye el edificio y con un 3% forma parte de la UTE de Barceló, ha desmentido a sus socios. La única esperanza del Govern y de Cort es que algún otro empresario quiera suplir a Barceló. Se han mantenido conversas, pero en estos momentos el proyecto tal como está concebido no interesa.